Nueva guerra entre la Liga de Fútbol Profesional y la Real Federación Española de Fútbol, este vez con el Barça y el Real Madrid como invitados especiales. Este miércoles, el Comité de Competición de la RFEF ha anunciado que el Clásico programado para este 26 de octubre y aplazado por miedo a la macromanifestación de respuesta a la sentencia finalmente tendrá lugar el miércoles 18 de diciembre.

De esta manera, el organismo español ha contentado a los dos clubes, que habían propuesto esta fecha después de la decisión de aplazar el duelo. La respuesta de la Liga, sin embargo, ha sido instantánea. El ente presidido por el ultraderechista Javier Tebas ha emitido un comunicado en el cual asegura que "no comparte la decisión" y anuncia que está estudiando entablar "acciones legales contra las instituciones que corresponda y ante los organismos públicos u órganos jurídicos que estime oportunos".

Curiosamente, el primer organismo al alzar la voz para evitar que el Clásico coincidiera con la manifestación independentista del 26-O fue la Liga. Tebas solicitó que se invirtiera el orden de los partidos, de manera que el de la primera vuelta se disputara en el Santiago Bernabéu. El Barça y el Madrid, sin embargo, rechazaron esta propuesta y el Comité de la Federación ha decidido unilateralmente que el aplazamiento era la mejor opción. Un día más, Tebas vuelve a quedar en evidencia ante el presidente de la RFEF, Luis Rubiales.