La Juventus de Turín debutó de forma brillante en el Mundial de Clubes, goleando al Al-Ain de los Emiratos Árabes Unidos por un contundente 5-0. Antes del partido, la entidad aprovechó su estancia en Washington DC para visitar la Casa Blanca, donde una expedición de la entidad bianconera fue recibida por Donald Trump, presidente de los Estados Unidos.
Trump destaca a McKennie, que en su día le llamó "racista"
Y Trump no desaprovechó que tenía cámaras delante para llevar a cabo un surrealista discurso, con Gianni Infantino, presidente de la FIFA, y los jugadores y dirigentes de la Juventus detrás suyo, una imagen que da a entender que están de acuerdo con sus palabras, a nivel visual.
Ieri la Juventus ha fatto letteralmente da sfondo per un discorso di Donald Trump alla Casa Bianca, in cui il Presidente degli USA ha parlato del divieto di accesso allo sport femminile per le donne trans.
— Pallonate in Faccia @pallonateinfaccia.bsky.social (@pallonatefaccia) June 19, 2025
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Trump, de hecho, sacó a relucir la presencia de un jugador norteamericano en la Juventus, Weston McKennie. Lo que el presidente de los Estados Unidos desconocía es que el centrocampista no es demasiado partidario de sus políticas. "No creo que Trump sea la persona adecuada para el cargo de presidente (...) Creo que es ignorante. No lo apoyo en absoluto. No creo que sea un hombre que cumpla su palabra. En mi opinión, se le puede calificar de racista".
El discurso tránsfobo de Trump y la amenaza a Irán
En un momento del discurso, Trump critica la presencia de personas transgénero en el mundo del deporte. "¿Una mujer podría formar parte de vuestro equipo?", pregunta Trump a los jugadores de la Juve. "Tenemos un equipo femenino muy bueno", responde Damien Comolli, director general de la Juve. "Pero deberían jugar con mujeres. Está siendo muy diplomático", añade Trump, ante las miradas de incredulidad de los jugadores de la Vecchia Signora.

Y el vodevil no terminó ahí, ya que Donald Trump olvidó que estaba atendiendo la visita de un equipo de fútbol y siguió con su discurso, hablando sin pelos en la lengua del conflicto entre Israel e Irán, y con su habitual incontinencia oral. "¿Atacar a Irán? Tengo una idea, pero las cosas cambian muy rápido. ¿Un cambio de régimen en Teherán? “¿Por qué no? Podría pasar. Ya veremos”, declaró Trump, siempre con la plantilla de la Juventus y el presidente de la FIFA detrás, como si fueran del Partido Republicano en un acto de campaña.