El Barça ya no se detiene. El calendario someterá al equipo a una rutina de partidos estresante que puede acabar con el triplete. El mes de abril decidirá el futuro de los futbolistas de Ernesto Valverde en las tres competiciones. Y antes de empezarlo, se enfrentan al Sevilla en el plato fuerte de la jornada (20.45 horas / Movistar Partidazo).
La visita a Ramón Sánchez Pizjuán tiene tres alicientes en clave blaugrana. El primero, seguir sumando en la carrera por el título de Liga. El segundo, acumular buenas sensaciones para lindar con plenas garantías la ida de los cuartos de final de la Champions League contra la Roma, el próximo miércoles en el Camp Nou. Y el tercero, medir el estado de forma de una Sevilla con quien el Barça se jugará la final de la Copa del Rey.
El factor Messi
El nombre de Leo Messi ha ocupado la mayoría de titulares durante este parón de selecciones. El '10' del Barça se marchó con Argentina antes de hacerse público que sufría unas molestias musculares en el aductor de la pierna derecha. Messi no arriesgó y vio desde la grada la victoria contra Italia y la vergonzante derrota contra España. En plena madurez futbolística, el delantero conoce mejor que nadie su cuerpo y sus límites. Sin embargo, no tendría que tener problemas para jugar en Sevilla después de que Valverde reconociera que las molestias "no eran importantes".
Messi, pesadilla del Sevilla después de marcarle 29 goles, podrá estar disponible para capitanear un once inicial que presentará pocos cambios. La ausencia de Sergio Busquets, lesionado, enviará a Ivan Rakitic al pivote, mientras que Philippe Coutinho, que no puede jugar la Champions, y Paulinho podrían acompañarle. Andrés Iniesta, después de tener minutos en los dos partidos de la selección española, podría descansar pensando en la Roma.
Luis Suárez vuelve después de cumplir sanción contra el Athletic Club y todo apunta que lo hará al lado de Messi y de un Ousmane Dembélé cada día más adaptado al juego del Barça. En la defensa y en la portería no se prevén cambios. Valverde no se esconde y quiere ponerle el lazo a la Liga lo antes posible. El entrenador sigue construyendo el futuro mimando el presente.
Una Sevilla de dos caras
El Sevilla de Vincenzo Montella es una incógnita. El equipo ha combinado grandes victorias con derrotas inexplicables desde que el entrenador italiano sustituyó a Eduardo Berizzo a principios de año. Los andaluces son capaces de caer 5-1 en el campo del Éibar y eliminar al Manchester United de la Champions con un 1-2 en Old Trafford.
En la Liga les falta la regularidad que tienen en eliminatorias directas. El Sevilla ya se ha despedido de la cuarta posición y ve cómo peligra la plaza europea para la próxima temporada. Pero eso no afecta a una afición centrada en la visita del Bayern de Munich. Jugarán los cuartos de final de la Champions después de 60 años y se nota. La visita del Barça incomoda, pero supone un reto..
Tres derrotas en los últimos seis partidos no son una buena tarjeta de presentación para los andaluces, que tendrán que sobrevivir sin Pablo Sarabia, sancionado. Montella ya ha visto cómo el equipo pagaba el desgaste de jugar tres competiciones en la última derrota contra el Leganés, un hecho que lo puede empujar a hacer rotaciones ante un Barça que sigue invicto en la Liga después de 29 jornadas.
Los once de El Nacional
