Nuevas declaraciones desacertadas de Sergio Ramos después de un partido. Esta vez, sin embargo, el patinazo le podría costar muy caro al central andaluz.

El futbolista del Real Madrid vio una tarjeta amarilla en el minuto 88 del enfrentamiento contra el Ajax de Amsterdam en el cual su equipo se impuso por 1-2. La acción de Ramos parecía de lo más normal: el defensa, para cortar un contraataque de Kasper Dolberg, placço al delantero danés y vio una amarilla que, por acumulación, le impedirá estar en el partido de vuelta en el Santiago Bernabéu.

En la zona mixta posterior al partido, sin embargo, Ramos dejó patente su falta de oratoria reconociendo que había forzado la tarjeta para cumplir ciclo y así encarar unos hipotéticos cuartos de final sin peligro de ser sancionado. "Viendo el resultado, mentiría si dijera que no ha sido así. No quiere decir que subestime al rival, pero en l fútbol hay que tomar decisiones", dijo.

Las palabras de Ramos, pues, le podrían costar muy caras, y es que la UEFA no permite que los jugadores fuercen las tarjetas amarillas con el fin de calcular qué partidos se pierden o no.

El central se expone a una sanción de dos partidos en lugar de uno, de manera que se podría perder el partido de ida de los cuartos de final si su equipo finalmente se clasifica. El peligro para el Madrid es real, y es que si el árbitro refleja sus declaraciones en el acta, el organismo tendrá que actuar tal como hizo con Dani Carvajal el año 2017, cuando este forzó una tarjeta contra el Apoel.

Después de su patinazo, Ramos se apresuró ha rectificar en un tuit en Twitter, pero podría ser demasiado tarde. Como siempre, sus declaraciones delante de los micrófonos juegan una jugarreta al central andaluz.