Roger Federer y Rafael Nadal jugarán el próximo domingo su vigésimo tercera final después de que el suizo haya derrotado en la segunda semifinal del Masters 1.000 de Miami al australiano Nick Kyrgios en un intenso partido que se ha resuelto en tres desempates, 7-6(9), 6-7(9) y 7-6(5).

Federer ha aguantado el talento y el ímpetu del australiano, que le ha obligado a estar sobre la pista central de Crandon Park más de tres horas, desgaste físico que podría pagar en la final.

El campeón del Abierto de Australia, precisamente ante Nadal, e Indian Wells ha comenzado ganando con comodidad sus dos primeros saques, mientras al 16 de la ATP le ha supuesto minutos de esfuerzo, y salvar más de una bola de quiebre, el lograr lo propio con los suyos.

Una vez superados estos delicados momentos, Kyrgios ha aumentado su presión sobre el suizo y en el séptimo juego, tras varios errores del europeo, se ha hecho con la primera rotura de servicio. Tras confirmarla, el australiano ha vuelto a complicar la vida a Federer, que ha sufrido de nuevo con su saque, pero lo ha sacado adelante.

Pero cuando Kyrgios ha sacado para ganar el primer set ha cometido un error que le enfadó y tiró la raqueta al suelo, y el público que llenaba la pista central se ha puesto de manera definitiva del lado de Federer. Entonces, Kyrgios, en una especie de demostración, ha apostado por dos potentes servicios, fallando ambos y regalando el empate a Federer (5-5).

En el desempate, en el que ha habido 11 'minibreaks', Federer ha impuesto su mayor templanza, justo cuando el australiano no la ha tenido, volviendo a equivocarse al animarse por un segundo servicio a 197 kilómetros por hora con 9-9 y fallando, dándole al suizo un primer set de 72 minutos.

Kyrgios ya sabía lo que era ganar a Federer en su único partido previo, en el Masters 1.000 de Madrid en 2015, y que también se resolvió tras tres desempates, aunque aquel Federer no es el que asombra en este inicio de temporada tras su reaparición por la lesión en su rodilla izquierda.

Una vez superada la enorme tensión del desempate, los dos jugadores han solventado sus servicios con cierta comodidad (3-3). Esta "calma" se ha roto sólo en el séptimo juego, en el que Kyrgios ha logrado salvar la situación cuando el campeón de 90 títulos de la ATP se ha puesto 15-40.

Pero el suizo no ha finiquitado a su rival y los dos han mantenido sus saques hasta un nuevo desempate, en el que Federer ha desaprovechado dos bolas de partido y Kyrgios se ha impuesto por 11-9. Este revés no ha afectado al suizo que ha arrancado el tercer set con un juego en blanco, aunque el joven tenista de Canberra tampoco se ha amilanado y, de nuevo, dejando la igualdad hasta un nuevo desempate.

En esta ocasión, el triunfador ha vuelto a ser Federer, a quien le ha temblado menos la mano, aprovechando una nueva doble falta de su rival en los momentos más delicados (7-5).

El australiano llegaba a la semifinal del torneo con un porcentaje de juegos ganados con su servicio del 96 % (52 de 54), y ante Federer solo perdió 1, y con la amenaza además que suponía el haber ganado recientemente al dos del mundo, el serbio Novak Djokovic, en Acapulco e Indian Wells.