La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) se pronuncia tras acabar una reunión extraordinaria para tratar el partido del próximo miércoles entre el Barça y el Real Madrid que se disputará en el Camp Nou. Después de la última advertencia y la convocatoria de Tsunami Democràtic, el ente directivo del fútbol español se ha reunido en las instalaciones de Las Rozas para tratar el Clásico y todo el movimiento extradeportivo que pueda haber.

La RFEF recuerda que "no tiene ningún tipo de competencia en materia de seguridad" en relación con el Clásico. En este caso, la seguridad contratada por el Barça es la encargada de mantener el orden dentro de las instalaciones deportivas.

Además, la Federación Española ha anunciado que "se aplicará la reglamentación vigente si se produjeran situaciones de fuerza mayor", precisa en un comunicado. En este caso, dependiendo del grado de los hechos que pasaran ―si pasa alguna cosa que impida jugar el partido―, se podría llegar a suspender el enfrentamiento.

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"En relación con el partido del próximo día 18 de diciembre en el Camp Nou entre el FC Barcelona y el Real Madrid, la RFEF manifiesta que, exactamente igual que en todos los encuentros de las competiciones oficiales y al tratarse de un espectáculo público, no ostenta ningún tipo de competencia en materia de seguridad", señala la nota. A continuación, la Federación asegura que "aplicará la reglamentación vigente tanto antes como durante y después del partido si se produjeran situaciones de fuerza mayor o circunstancias en las que fuera necesaria la aplicación de la disciplina deportiva", sin precisar cuáles serían las decisiones a tomar según el grado de los incidentes.

"La RFEF se encuentra en contacto con las fuerzas de seguridad para coordinar la llegada del equipo arbitral a las instalaciones del Camp Nou según los protocolos establecidos", añaden después de saber que los cuatro focos de concentración de Tsunami desde unas horas antes del partido puedan impedir la llegada de los protagonistas al estadio.

Las posibilidades que hay, aparte de poder jugar con normalidad el partido, son suspenderlo antes de empezar por causas extradeportivas, que haya suspensión obligada durante el juego, o que simplemente los futbolistas y el colectivo arbitral no puedan ni llegar al estadio. Estos hechos provocarían un aplazamiento, como ya ha pasado, y se abriría la opción de jugar en un campo neutral. Un supuesto de un supuesto de un supuesto que a estas alturas tampoco es nada descartable si finalmente se suspende el Clásico.