Zlatan Ibrahimovic se rompió la rodilla el 20 de abril de este año en un partido de Europa League. 212 días después el gigante sueco ha vuelto a vestir la elástica del Manchester United en Old Trafford en la victoria del red devils por 4-1 contra el Newcastle.

El momento en que Zlatan supo que volvía a jugar con el United afirmó: "Vuelvo para acabar el trabajo que empecé". Se decía que el sueco reaparecería en los terrenos de juego en enero, o como muy tarde a finales de año. Lo ha hecho en noviembre, menos de siete meses después de romperse el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha. Mino Raiola, su representante, afirma que los cirujanos que operaron a Zlatan le dijeron que nunca habían visto una articulación como la suya y que les gustaría que cuando se retirara se fuera a Pittsburgh, donde lo operaron, para estudiarla.

Un día de 10

Todo brilló de nuevo en Old Trafford. El Manchester United estaba disfrutando de una cómoda victoria contra el Newcastle United cuando Mourinho mandó calentar al gigante sueco. El teatro de los sueños vibraba, los red devils sonreían, y el 10 rojo quería reivindicar que puede ocupar más campo que antes de la lesión. Zlatan lo presentía.

Desde el momento en que Lukaku le preguntó si le importaba darle el dorsal 9, desde que Rooney decidió volver al Everton, Ibra quería el número mágico. El 10. No lo llevaba desde qué se marchó del Paris Saint-Germain. Él sabía que durante el tiempo que era nuevo en Manchester tenía que respetar a los jugadores que lo llevaban y que estaban antes que él, pero también tiene claro que "los jugadores que pasan a la historia son los que visten el 10, los que marcan la diferencia", explicaba Zlatan en una entrevista a un medio sueco: "El 10 es el líder".

Pero ya no es sólo una cuestión de números. Ibrahimovic sabe que ahora es el momento de retrasar la posición y hacer de lanzador de Lukaku. Y allí fue donde Mourinho le dio los últimos quince minutos de partido. A parte de lo que quiera el sueco, hay una condición clara que viene del club. El United se gastó la suma de 85 millones de euros este verano con el fichaje de un delantero centro como es Romelu Lukaku. Un atacante fuerte y potente que empezó la Premier en plena forma marcando siete goles en siete partidos. Ibrahimovic, saliendo de una lesión tan grave, parecía lejos de poder ocupar la posición que estaba ocupando el belga.

En un partido de reapariciones donde Paul Pogba también volvía después de dos meses de baja, los red devils no empezaron muy bien. El Newcastle se adelantaba en Old Trafford con un gol de Dwight Gayle en el minuto catorce. Pero antes de la media parte ya habían remontado con dos centradas excelentes y dos remates de cabeza todavía mejores. Primero Martial, aprovechando la centrada de su compatriota Pogba, y después Smalling en la salida de un córner, devolvieron la alegría al teatro de los sueños. Ya en la segunda parte sentenciaron el partido Lukaku y Paul Pogba, que cuajó un retorno perfecto a los terrenos de juego antes de que Ibrahimovic dejara una de sus perlas: la media chilena.

Actualmente, el United es segundo a ocho puntos de su rival ciudadano, el Manchester City de Pep Guardiola. La leyenda del deporte se ha forjado con duelos de contraposición y un enfrentamiento de estilos. Guardiola y Mourinho ya tuvieron sus roces en la Liga española con Barça y Madrid, y ahora están los dos codo con codo para conquistar Inglaterra.

Y aquí está donde entra el importante papel de jugadores como Zlatan. El sueco llega cuando su equipo afronta un reto importante: remontar ocho puntos a los citizens, que enamoran a media Europa. Pero el United, al igual que Ibrahimovic, es un león, y "los leones no se recuperan como los humanos", siempre vuelven más fuertes.