Después de varias decepciones, el madridismo parece que por fin puede celebrar que Kylian Mbappé jugará en el Real MadridLe Parisien publicó este sábado que el delantero francés ya ha tomado la decisión de abandonar el Paris Saint-Germain a final de temporada para poner rumbo a la capital española. 

Con esta noticia, Florentino Pérez confirma el fichaje que tanto había deseado. A partir de aquí, no obstante, se abren varios debates dentro del club a los que tendrán que buscar solución. El primero de ellos es cómo equilibrar el elevado sueldo que pedirá la estrella parisina con la escala salarial de la plantilla. Una vez se haya dado respuesta a esta incógnita y se llegue a un acuerdo, habrá que estudiar las implicaciones deportivas que trae consigo un fichaje de esta magnitud.

Kylian Mbappé PSG / Foto: Europa Press
Kylian Mbappé celebrando un gol con el PSG / Foto: Europa Press

El encaje de Mbappé en el equipo

Aunque nunca puede ser negativo fichar a una estrella como Mbappé, su encaje no será tan fácil como se podría esperar. Mientras que Jude Bellingham ha irrumpido con una fuerza inimaginable, llegando a marcar 18 goles y dar 8 asistencias en todas las competiciones, con el francés no será tan fácil.

La lógica dice que el del PSG tendría que llegar para ocupar el puesto de delantero centro, que ahora mismo está huérfano de una estrella en el Santiago Bernabéu. Joselu ha cumplido sobradamente con su rol de '9' suplente, pero el futuro del Madrid no se puede destinar a un jugador que actualmente está cedido por el RCD Espanyol. Sin embargo, la posición natural de Mbappé es el extremo izquierdo, lugar actualmente ocupado por Vinícius.

Vinicius y Joselu gol celebran un gol del Real Madrid contra el Atlético de Madrid / Foto: EFE
Vinicius y Joselu gol celebran un gol contra el Atlético de Madrid / Foto: EFE

La lucha de egos de Vinícius y Mbappé

Aquí se abre un conflicto dentro del equipo para Carlo Ancelotti, con múltiples aristas. El técnico italiano tendrá que decidir si olvida las preferencias de Mbappé y le sitúa como punta, una decisión que seguro no gustaría al recién llegado. Si cediese a sus deseos y lo posicionase en la banda izquierda, el perjudicado sería Vinícius. En este caso, Ancelotti no habría respetado la petición del que durante los últimos años se ha convertido en el gran ídolo del madridismo.

Tome la decisión que tome, no será del gusto de todos. Ambos jugadores quieren ser los líderes del proyecto, con el permiso de Bellingham, pero está por ver si esto es posible. El debate que se le presenta al entrenador del Madrid es mayúsculo, y puede ser la línea que separe al conjunto blanco del éxito o del fracaso en los próximos años