El Espanyol sigue transitando sin remedio hacia la Segunda División. Este jueves, los de Rufete han perdido en Anoeta contra la Real Sociedad (2-1) y han hecho desaparecer cualquier esperanza de permanecer en la máxima categoría del fútbol estatal. Si es que todavía había alguna, claro está. Aunque los pericos han competido con cierto orgullo, un gol de Alexander Isak a siete minutos del final ha sentenciado el duelo. La salvación ahora está a diez puntos y sólo quedan quince en juego. O dicho de otra manera: el descenso es prácticamente una realidad.

La Real, contra su racha

La parte positiva de tener un pie y medio en Segunda es que juegas sin presión. Los jugadores del Espanyol sabían que la salvación es un objetivo prácticamente inalcanzable, y quizás ha sido precisamente por este motivo que, delante de la Real, han jugado más liberados que nunca.

Rufete, en su segundo partido como técnico perico, ha apostado por varias caras poco habituales. Víctor Gómez en el lateral derecho, Òscar Melendo en la mediapunta y Nico Melamed, de sólo 19 años, en la banda izquierda. Toca pensar en el futuro para construir un proyecto estimulante en la categoría de plata, debe haber pensado el exsecretario técnico.

Las cosas, sin embargo, no han empezado bien en clave españolista. Cuando sólo se habían disputado cinco minutos de juego, William José ha rematado un centro de Nacho Monreal y ha firmado el 1-0. Por fortuna perica, sin embargo, el VAR ha certificado que el punta brasileño estaba en fuera de juego y ha anulado el gol.

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Y del 1-0 al 0-1, la ley del fútbol. Cinco minutos después de la diana anulada, Adri Embarba ha situado la pelota al vértice del área pequeña vasca y David López, el capitán, ha batido a Moyá con un gran cabezazo.

A partir de este momento, el duelo ha servido para constatar que las dinámicas y los estados de ánimos son claves para entender el fútbol. La Real, un equipo que sólo ha sumado un punto en los cinco partidos postconfinamiento, ha controlado la posesión pero ha sido incapaz de intimidar a Diego López. Y su mejor hombre en el primer tiempo, Adnan Januzaj, por si fuera poco, se ha lesionado.

Antes, en el minuto 30, Diego Llorente ha enviado la pelota al travesaño en un servicio de córner servido por el mismo Januzaj. Cuando las cosas no salen, no salen.

Derrota letal

En la segunda parte, sin embargo, la Real ha tirado de orgullo... y de calidad. Los vascos cuentan con futbolistas de auténtica categoría, y uno de ellos es Mikel Merino. Cuando sólo se habían disputado diez minutos de la reanudación, el mediocampista local ha filtrado un excelente pase entre líneas para Mikel Oyarzabal, quien ha asistido a William José con una pase tenso en el segundo palo. El brasileño ha firmado su décimo gol y el extremo vasco, su novena asistencia. No es poca cosa.

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A partir de aquí, y aunque Rufete ha movido ficha -Darder por Melamed y Wu Lei por Melendo- lo cierto es que el dominio ha sido de la Real. Los vascos han controlado la posesión y han tocado con cierta insistencia en campo contrario, pero las ocasiones, como en los últimos partidos, han brillado por su ausencia. Al menos hasta el minuto 83.

Cuando la Real ya parecía que se rendía, Isak ha cazado un mal control de Oyarzabal dentro del área y ha fusilado a Diego López con la izquierda. Un gol que ha sido importantísimo por los locales pero letal para el Espanyol.

Los de Rufete son virtualmente equipo de Segunda y los de Imanol Alguacil recuperan la séptima posición de la clasificación, la última que da acceso a la Europa League.