El Real Madrid hace los deberes contra el Al-Ahly (1-4) no sin sufrir para citarse contra el Al-Hilal saudí en la final del Mundial de Clubs.

Vinícius noquea al Al-Ahly con un gol psicológico

Muy probablemente, el Real Madrid haya respondido al paradigma de lo que se conoce como gol psicológico durante este partido. Aunque el duelo ha acabado resultando un mero trámite para los de Ancelotti, el Al-Ahly ha empezado a bajar los brazos al borde del descanso. Hasta entonces, el conjunto egipcio se mantenía comedido con tal de no exponerse mucho defensivamente. Renunciaba a la iniciativa, pero también mantenía sus líneas compactas para evitar espacios interiores.

Sea como sea, y en un error de bulto de un Mahmoud Metwaly que no ha tenido su noche, Vinícius Júnior ha establecido el primero del partido en el minuto 42. De esta manera, y a pesar de que el Al-Ahly no se había prodigado en ataque para buscar romper la igualada inicial, los africanos se han llevado un jarro de agua fría al verse por debajo en el marcador en tiempo de descanso.

Vinicius Rodrygo Nacho gol Al Ahly Mundial de Clubes / Foto: EFE
VinÍcius, Rodrygo y Nacho, celebrando el primer gol, contra el Al-Ahly / Foto: EFE

Fede Valverde, con la gota que tenía que colmar el vaso

La sensación de que la superioridad del Real Madrid se plasmaría en el electrónico no dejaba al Al-Ahly dejarse ir en ataque, pero al empezar la segunda parte viéndose perdiendo 1-0, ya no tenían nada que perder. No obstante, solo empezar el segundo tiempo, ha llegado Fede Valverde con la gota que tenía que colmar el vaso. El uruguayo, con una sangre fría impropia de un futbolista que no llegaba al choque en su mejor momento de confianza, ha transformado en gol un rechace del portero El-Shenawy.

Fede Valverde gol Real Madrid Al Ahly / Foto: EFE
Fede Valverde, celebrando su gol durante la semifinal del Mundial de Clubs entre el Real Madrid y el Al-Ahly / Foto: EFE

Ya con dos goles de ventaja, el combinado merengue parecía tener los deberes hechos. A partir de entonces, Rodrygo y Vinícius que no se han dejado de buscar (y de encontrar) durante todo el partido, se han soltado todavía más y han dejado fluir la imaginación. De una de sus típicas arrancadas nacería el penalti clamoroso de Metwaly. El central, esta vez en una torpe acción sobre Vinícius, ha cometido un penalti claro que no ha sido dictaminado ni después de una revisión.

A pesar de todo, el conjunto blanco no tenía que tener problemas para encauzar la final, pero Camavinga, también en un error infantil, cometería otra pena máxima para que Ali Maâloul añadiera picante al partido con el 1-2. Era tan irónico que el Real Madrid no hubiera cerrado el partido, que incluso Luka Modric, especialista en la materia, perdonaría la sentencia fallando desde los 11 metros.

Rodrygo pone el (in)esperado gol de la trnaquilidad y Arribas remata la faena

Demasiados factores empezaban a ponerse en contra de un Madrid que, a pesar de no verse entre la espada y la pared en ningún momento, ha empezado a sufrir por el partido. Sin embargo, la entrada de Ceballos desde el banquillo ha puesto las cosas en su sitio y, con una asistencia de crack del propio andaluz, Rodrygo pondría el gol de la tranquilidad, aunque el equipo blanco no ha sabido traducirla en fútbol ni cuando ganaba 0-2. La faena la ha rematado Sergio Arribas, que aunque ha tenido pocos minutos para demostrar las dotes de su buena zurda, ha cruzado un balón muerto en el interior del área para poner el definitivo 1-4.