El Real Madrid vive uno de esos momentos incómodos que nadie esperaba hace apenas unos meses. Vinicius, llamado a ser uno de los estandartes del proyecto, atraviesa una etapa tan gris que ya no pasa desapercibida ni en el césped ni en la grada. El último partido ante el Sevilla fue la gota que colmó el vaso. Estuvo apagado, desconectado y sin incidencia en el juego. Y el Bernabéu, que no perdona, respondió con pitos.

La escena fue dura y significativa. Vinicius, acostumbrado a levantar al estadio parecía ir por otro carril. Ni desborde, ni chispa, ni liderazgo. La sensación fue de que algo se ha roto. Y en los despachos del club empiezan a asumir que la relación con el brasileño atraviesa su momento más delicado desde que llegó a Madrid.

El Bernabéu ya ha hablado

El entorno blanco percibe que la situación no va a mejorar a corto plazo. El desgaste emocional es evidente y la presión, insoportable. Vinicius no está cómodo, y eso se nota en cada gesto. Sus decisiones son erráticas y su lenguaje corporal preocupa. En el club saben que cuando el Bernabéu señala, el problema ya es profundo.

ad6bdef5262e8ca707fab8c02064d5a729060e80w

Además, la renovación sigue estancada. No hay avances claros y el tiempo juega en contra del Real Madrid. Florentino Pérez no está dispuesto a repetir errores del pasado. Si un jugador no renueva y su valor es aceptable, la puerta de salida deja de ser un tabú y pasa a ser una opción a tener en cuenta.

En los despachos ya hacen números

De este modo, el club ha comenzado a escuchar ofertas que superen los 150 millones de euros. No es una decisión tomada, pero sí una posibilidad real sobre la mesa. Los grandes bancos de inversión que asesoran al Madrid consideran que el próximo verano puede ser el momento ideal para una venta histórica si la situación no se reconduce. La Premier League y Arabia Saudí observan de cerca. Hay dinero, hay interés y hay margen para una operación que cambiaría el mercado. En Valdebebas no quieren precipitarse, pero tampoco esperar a que el valor del jugador se deprecie.

Vinicius y el Real Madrid atraviesan una crisis silenciosa. Nadie lo dice en voz alta, pero todos lo perciben. Y si no hay reacción inmediata, el verano puede traer una decisión drástica. Así pues, el futuro del brasileño ya no es intocable. En el Madrid mandan los resultados, no los nombres. Y eso Vinicius lo sabe mejor que nadie.