El Real Madrid volvió a sacar adelante un partido más por empuje que por brillantez, y otra vez con Thibaut Courtois como salvavidas principal. El belga sostuvo al equipo cuando todo se tambaleaba, especialmente en una noche muy incómoda ante el Sevilla, donde las dudas defensivas volvieron a quedar expuestas. Y es ahí donde aparece un nombre que empieza a generar ruido en Chamartín. Y se trata de Dean Huijsen.

El central, fichado como una apuesta de presente y futuro, no está ofreciendo lo que se esperaba. La comparación con su etapa en el Bournemouth es inevitable y, ahora mismo, poco favorable. Lento en las decisiones, impreciso en la salida de balón y superado en varios duelos clave, dejó sensaciones muy preocupantes. Y en el Real Madrid, la paciencia es un lujo que casi nadie tiene.

Courtois levanta la voz desde dentro

La realidad es que Courtois ha dicho basta. El portero, uno de los pesos pesados del vestuario, ha sido el primero en exigir un cambio de actitud y de mentalidad. No fue una bronca pública, pero sí un mensaje directo. Porque así no se puede competir, y menos en un equipo que vive instalado en la exigencia permanente.

Huijsen
Huijsen

El belga está cansado de tener que corregir errores ajenos partido tras partido. Ya lo hizo ante el Sevilla, evitando un marcador mucho más doloroso. Y puertas adentro dejó claro que Huijsen tiene que reaccionar ya. No se trata solo de talento, sino de concentración, carácter y fiabilidad. Tres palabras que ahora mismo no acompañan al joven defensa.

En el Madrid no esperan a nadie

En Valdebebas son conscientes del potencial de Huijsen, pero también de que el contexto no ayuda. Llegar al Real Madrid no es una transición suave, es un salto al vacío. Y si no respondes, el club no tiembla. Hay alternativas, hay cantera y hay mercado. Y eso el vestuario lo sabe.

La sensación es que el crédito del central se está agotando antes de lo previsto. No por una cuestión personal, sino por rendimiento puro. El Madrid necesita defensas que transmitan seguridad, no dudas. Y ahora mismo, Huijsen genera más nervios que confianza. Courtois, como. líder, ha puesto el espejo delante. O hay un cambio inmediato o el camino se complica. Porque en el Real Madrid no basta con prometer. Hay que cumplir siempre.