La victoria del Barça en St. James’ Park ante el Newcastle (1-2) dejó varios nombres propios. El gran protagonista fue Marcus Rashford, autor de un doblete espectacular que dio los tres puntos al equipo de Hansi Flick en el estreno de la Champions. Sin embargo, en el vestuario no solo se habló del inglés. Hubo otro futbolista que se llevó elogios unánimes y que volvió a demostrar por qué, cuando está a su mejor nivel, es diferencial: Jules Koundé.
El mejor Koundé está de vuelta
El francés firmó un partido sobresaliente desde el lateral derecho. Seguro atrás, contundente en los duelos individuales y preciso en salida de balón, Koundé estuvo a la altura de las exigencias de una noche europea complicada. El Newcastle apretó con fuerza en los primeros minutos, pero el defensa se mostró sólido en todo momento, transmitiendo calma y confianza. Y no solo cumplió en defensa, también se proyectó en ataque con inteligencia, sumándose en el momento justo y aportando una asistencia en uno de los goles de Rashford.

En el vestuario culé, jugadores como Raphinha y Pedri se deshicieron en elogios hacia su compañero. Y es que lo visto en Inglaterra recordó al mejor Koundé, ese futbolista que el curso pasado ya dejó claro que puede rendir al máximo nivel tanto de central como de lateral. Tras un inicio de temporada algo dubitativo, marcado por ciertas dudas en su rendimiento, parece que el francés ha recuperado su mejor versión.
El equipo lo celebra
El propio Flick lo celebró. El entrenador alemán insistió en que necesitaba de Koundé un paso al frente. Y la respuesta ha sido inmediata: Koundé está enchufado y dispuesto a ser una de las piezas clave en la defensa culé.
El contexto tampoco es menor. El Barça llevaba varias temporadas buscando estabilidad en el lateral derecho y, aunque Koundé siempre ha reconocido que su posición natural es la de central, actuaciones como la de Newcastle confirman que es la solución ideal en esa banda. Su velocidad, su capacidad para anticipar y su fiabilidad con el balón son argumentos que Flick no quiere desaprovechar.

En el club lo tienen claro: un Koundé a este nivel es un lujo. No solo porque ofrece garantías en una posición clave, sino porque eleva el nivel competitivo de todo el equipo. Sus compañeros lo saben y por eso lo valoran tanto. La imagen de Raphinha abrazándolo tras la asistencia a Rashford es el reflejo de lo que piensan dentro del vestuario: Koundé ha vuelto a ser ese jugador intocable.
La victoria en Newcastle deja varias conclusiones, pero una brilla con fuerza: el Barça ha recuperado a Koundé. Y con un lateral así, la ilusión en Europa crece todavía más.