Raphinha fue una de las inversiones más importantes que realizó el Barça el año pasado. Después de haber firmado a Ferran Torres en enero, en verano pagaron mucho dinero para conseguir traer al internacional brasileño, que costó prácticamente 70 millones de euros. Aterrizó junto a Robert Lewandowski o Jules Koundé, que también costaron una cantidad significativa, pero que a diferencia de él, han conseguido convencer con su rendimiento, y amortizar la apuesta.

Por su parte, el extremo de 26 años ha dejado muchas dudas. No ha tenido una adaptación nada sencilla, y le está costando más de lo previsto conseguir ganarse la confianza de Xavi Hernández. Durante las primeras semanas tuvo muchos minutos y fue titular de forma habitual, pero el bajo nivel que mostró provocó que se quedara fuera de las alineaciones, y acabara viendo los partidos desde el banquillo, antes de poner rumbo al Mundial de Qatar.

Con la selección de su país tenía una buena reválida para demostrar que puede ser un crack muy útil y que tiene las condiciones necesarias para marcar las diferencias. No obstante, desaprovechó la ocasión, y defraudó a Tite, que apostó por él en el once inicial antes que por otras estrellas como Antony o Rodrygo Goes. Y en su regreso al Camp Nou, sigue pasando desapercibido, y dejando solamente detalles muy intermitentes de su inmensa calidad.

Eso ha provocado que comiencen a pensar en darle salida. Raphinha no es intocable, y si llega una buena oferta en el próximo periodo de transferencias, la estudiarán detenidamente. E incluso estuvo sobre la mesa la idea de traspasarlo este invierno, pero ningún equipo pagaba lo que pedía el Barça. El Arsenal de Mikel Arteta se decantó por Leandro Trossard después de conocer las exigencias de Joan Laporta, mientras que el Newcastle United de Mohammed Bin Salmán presentó una propuesta ridícula.

Mohamed Bin Salman Newcastle Europa Press
Mohamed Bin Salman/ Europa Press

Siendo más concretos, tan solo estaban dispuestos a ofrecer unos 35 ‘kilos’, entre fijos y variables, por el ex del Stade Rennais, del Leeds United o del Sporting de Portugal. Es decir, prácticamente la mitad de lo que había costado.

Laporta y Mateu Alemany, señalados

Laporta y Mateu Alemany han quedado señalados por el fichaje de Raphinha, debido a que fueron sus grandes valedores. Estaban seguros de que era una apuesta sin riesgo, y que daría muchas alegrías a la afición, pese a que muchos ya advirtieron que no consideraban que fuera necesario en absoluto.

Así se ha demostrado con el paso del tiempo, y puede convertirse en uno de los grandes dolores de cabeza para el Barça.