No tiene el impacto de un Clásico, pero un partido contra el Rayo Vallecano (20.45 horas / Movistar Partidazo) vale los mismos puntos que una goleada al Real Madrid. El Barça afronta la undécima jornada de Liga con el objetivo de volver a ganar para no perder el liderato de Primera División. Todos los condicionantes parecen ser favorables al conjunto blaugrana: el Rayo es el segundo equipo más goleado de la categoría, Vallecas es un estadio fetiche para el Barça y el entrenador local está en la cuerda floja; pero eso es fútbol y puede pasar de todo.

Para deshacerse del conjunto madrileño, y teniendo en cuenta que los teóricos titulares no participaron en el partido de Copa en León, Ernesto Valverde volverá a apostar por un once de garantías. Gerard Piqué y Clément Lenglet -imperial en los últimos enfrentamientos- serán la pareja de centrales del equipo, mientras que Arthur tendrá una nueva oportunidad para seguir impresionando a la parroquia culé desde el centro del campo. Arriba, como pasó en los enfrentamientos contra el Inter de Milán y el Real Madrid, Rafinha acompañará Luis Suárez y Philippe Coutinho.

Confirmar la regularidad

La victoria contra el Inter de Milán a la Champions y la paliza que se llevó el Madrid en el Camp Nou han despertado un gran estado de euforia en el entorno culé. Lo qué antes era un desastre ahora parece que funciona a la perfección, y jugadores cuestionados como Suárez o Rafinha viven un gran momento de forma.

Pero ojo. Antes de vivir la semana mágica, hay que recordar que el equipo también había pasado por malos momentos. De hecho, tal y como reconocido Valverde en la rueda de prensa previa al partido, ha sido contra rivales teóricamente inferiores cuando sus hombres han sufrido más. El recuerdo de Girona, Athletic Club y sobre todo Leganés, donde el Barça cayó sorprendentemente, tienen que servir de lección antes de saltar al césped de Vallecas.

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Un triunfo del Barça, además, ayudaría a olvidar el regusto amargo que dejó el partido de ida de dieciseisavos de Copa del Rey contra la Cultural Leonesa. Es cierto que el once estaba repleto de jugadores secundarios, pero sólo tres de ellos formaban parte de la plantilla del filial. Por lo tanto, el equipo tiene la necesidad (y la responsabilidad) de demostrar que siguen entonados de cara a conseguir la suya segunda Liga consecutiva.

Sólo estamos en la jornada once y parece pronto para hablar de la lucha por el título, pero lo cierto es que el Barça saltará al terreno de juego conociendo los resultados del Atlético de Madrid y el Real Madrid, rivales que hoy por hoy están mostrando muy poca regularidad. Conjuntos como el Alavés, la Sevilla o el Espanyol no jugarán hasta el domingo, y aunque su candidatura al título parece remota, una victoria blaugrana supondría una bofetada de realidad a sus aspiraciones.

Oportunidad para Aleñá

En la convocatoria de Valverde destacan dos nombres propios. Carles Aleñá, futbolista que juega con el filial "pero con status de primer equipo", viaja a Madrid y podría tener minutos por primera vez en la Liga esta temporada. Aparte de calidad técnica y ADN Barça, el de Mataró también ofrece capacidad de sacrificio, cosa que no todos los miembros de la plantilla pueden decir.

La otra cara de la moneda es Malcom. El brasileño se mostró hiperactivo en el choque de Copa y Valverde, que todo como todo el mundo sabe no está precisamente enamorado de él, lo ha obviado en la convocatoria. El ex del Girondins de Burdeos tiene motivos para estar preocupado: si no juega con Leo Messi en fuera de juego, se hace difícil imaginar cuándo tendrá nuevas oportunidades.

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La respuesta del equipo a la baja de Messi ha sido una de las noticias más positivas de los últimos días. El astro argentino te ofrece incontables ventajas ofensivas, pero su ausencia ha permitido ver a un Barça más intenso. Con Rafinha sobre el campo la presión es más ordenada y los mediocampistas sufren menos.

Delante del Rayo, uno de los claros candidatos a bajar de categoría, el Barça no tiene excusa. Mucho a perder y poco a ganar: todo lo que no sea una victoria será un fracaso.