La NBA ha encendido sus focos para una nueva temporada, y mientras algunos equipos se preparan para el asalto al anillo, en el corazón de los Brooklyn Nets la campaña 2025-2026 parece haber comenzado de la peor manera para Jordi Fernández. Su proyecto de reconstrucción, joven y ambicioso, con el español dirigiéndolo por segundo año, se topa de frente con una realidad brutal: una derrota contundente por 136-117 ante los Charlotte Hornets en el inicio de la liga regular. Este resultado no solo supone un mal inicio, sino que también resalta la fragilidad de una plantilla que, a pesar del buen juego intermitente mostrado el curso pasado, parece haber empeorado tras un Draft cargado de elecciones.

El equipo neoyorquino, que en la campaña anterior coqueteó con el Play-In antes de un sospechoso bajón de rendimiento en la recta final (interpretado por muchos como una maniobra en busca de una mejor posición en el sorteo), ha incorporado una gran cantidad de talento rookie. Con cinco jugadores del Draft de 2025 en el equipo, la inexperiencia es un lastre predecible. No obstante, caer por 19 puntos ante unos Hornets que, a priori, también figuran en la zona baja de la Conferencia Este, enciende todas las alarmas.

Jordi Fernández Brooklyn Nets
Jordi Fernández Brooklyn Nets

La cruda realidad de una defensa invisible

La escandalosa derrota en Carolina del Norte no deja lugar a la duda. Los Hornets, espoleados por un Brandon Miller estelar que regresaba de lesión con 25 puntos y 7 asistencias, arrasaron a los Nets. Las cifras son aterradoras: un 53.3% de acierto en tiros de campo y un 47.2% desde el triple para los locales, además de un dominio aplastante en el rebote (50-38). El marcador de 77-60 al descanso era una declaración de intenciones.

Las palabras de Jordi Fernández tras el partido, recogidas en la rueda de prensa, reflejan una profunda frustración: “Cuando nos enfrentamos a la adversidad, cada uno toma su camino... Simplemente hacemos cosas sin ningún propósito (defensivo). Simplemente corremos de un lado a otro”. Esta falta de propósito defensivo es el núcleo de la pesadilla actual. Los jóvenes, sin un líder claro ni sistemas bien interiorizados, se pierden en el caos cuando el rival aprieta el acelerador. Se necesita urgentemente una identidad defensiva sólida que Nic Claxton, pese a sus esfuerzos, no puede cimentar en solitario.

Nic Claxton
Nic Claxton

El enorme reto de cimentar la cultura ganadora en Brooklyn

El proyecto de los Nets es a largo plazo. La dirección de la franquicia ha entregado las llaves a Fernández para que construya una cultura desde cero, basada en el desarrollo de talento y la filosofía de juego moderna. Sin embargo, la presión mediática en el mercado de Nueva York es implacable, y las derrotas abultadas no ayudan a mantener la calma en el vestuario ni en la afición.

El resto de la jornada inaugural de la NBA 2025 mostró un alto nivel de exigencia, con resultados apretados como la victoria de los Pacers sobre los Heat y sorpresas como el descalabro de Dallas Mavericks ante los Spurs. Esto recalca la hipercompetitividad de la liga. Para los Nets, el objetivo inmediato no debe ser el Play-In, sino demostrar crecimiento en el día a día. De lo contrario, la 'pesadilla' del mal inicio se convertirá en un calvario de 82 partidos para Jordi Fernández y su prometedor pero, por ahora, muy frágil proyecto en Brooklyn.