Paciencia y más paciencia. El proyecto de Chen Yansheng empieza a levantar el vuelo después de unos inicios de certezas en el apartado económico y alguna incertidumbre en el deportivo. En el primer aniversario como presidente, Chen se ha felicitado por el impacto de sus medidas y por la dirección en la que camina el club.

De sufrir para salvar la categoría a hablar de Europa. Esta ha sido la transformación de un equipo que ha cambiado de entrenador este verano y ha renovado la mitad de la plantilla con 12 fichajes. Quique Sánchez Flores tiene todo el apoyo del consejo de administración y se le considera clave para la profesionalización y evolución del club. El discurso de Quique ha sido convincente desde el primer día pero los resultados han tardado en acompañarlo. El nuevo técnico, firmado para las próximas tres temporadas, siempre ha insistido en la paciencia como factor clave del proyecto. Las palabras del entrenador eran premonitorias: "Si quieres una tienda de campaña puedes hacerla en dos minutos, si quieres alguna cosa que te proteja en un viaje largo necesitas mucho más tiempo".

Después de sumar sólo dos puntos en las primeras cuatro jornadas de Liga se dispararon las alarmas. El nuevo Espanyol de Quique se puso en duda por la falta de victorias y por un juego que se alejaba de la idea del técnico. El 0-2 contra el Celta en el RCDE Stadium fue el punto de inflexión de un equipo que, poco a poco, empezó a alejar los fantasmas del pasado para reencontrarse con una mejor versión. Ocho partidos consecutivos sin perder y dejando la portería a cero le valieron a Diego López establecer un nuevo récord de imbatibilidad en el club.

Ideas claras

"Queremos un equipo equilibrado entre la defensa y el ataque pero dependerá de la plantilla que seamos capaces de confeccionar. Seremos un equipo adaptable, con las nuestras señales de identidad pero reconociendo que hay equipos mejores a la Primera División". El estilo de Quique, expuesto después de 12 temporadas en los banquillos, tiene facilidad para ajustarse al planteamiento del rival.

Al Espanyol le costó interiorizar las ideas del técnico madrileño pero el cambio de mentalidad empezó a dar rendimiento con el paso de las jornadas. La plantilla le perdió el pánico a dominar el resultado gracias a la defensa. Los jugadores crecieron en autoestima y, a pesar de la falta de acierto en ataque, se aferraron al sacrificio colectivo sin balón para sumar puntos.

Con la portería bajo candado, el Espanyol empezó a marcar goles y ganar partidos. El once inicial se ha acabado definiendo con los resultados. Quique ha dado con la tecla para dotar al equipo de fiabilidad defensiva sin perder talento en ataque. El técnico ya ha escogido su bloque de confianza y, en función del partido o de la disponibilidad de los jugadores, introduce pequeños cambios.

La voluntad del club y del entrenador es recurrir al filial si el primer equipo tiene alguna necesidad. Aarón Martín y Marc Roca son los mejores ejemplos. Los dos se han consolidado como titulares a pesar de empezar la temporada en Segunda División 'B'. El Espanyol espera que el filial recupere el protagonismo perdido en las últimas temporadas y el cambio de director deportivo refuerza esta voluntad. Jordi Lardín toma el relevo de Angel Gòmez en la secretaría técnica pero conserva la función de director del fútbol base.

No se descartan fichajes durante el próximo mes de enero pero el club se centrará en el mercado de verano para reforzar el equipo. El objetivo de esta temporada es acabar entre los diez primeros y el de la siguiente, entre los ocho. Es por eso que la plantilla sufrirá pequeños retoques de calidad. El dinero ya no estará destinado a subsistir sino a crecer.

El Atlético como espejo

La versión del Espanyol que se verá en el Camp Nou esconde pocos secretos. Lo mejor para hacerse una idea del partido que pueden plantear los blanquiazules es recordar el Atlético de Madrid-Espanyol de hace dos semanas. El equipo de Quique consiguió neutralizar el potencial ofensivo de los colchoneros gracias a un sistema defensivo de ayudas basado en dos líneas de cuatro muy juntas. El equipo le hizo la vida imposible a un Atlético que acabó desesperado para crear ocasiones. Y cuando lo consiguió se encontró a Diego López. 0-0 y un punto de mérito.

El Espanyol repetirá planteamiento. Quique es consciente de que es casi imposible discutirle la posesión al Barça y eso es un motivo más que suficiente para explotar la vertiente donde el equipo se encuentra más cómodo: el contragolpe. Con Gerard Moreno, Leo Baptistao, Hernán Pérez y Pablo Piatti, los blanquiazules tienen talento y velocidad suficiente para poner en problemas en cualquier equipo.

"Nuestro objetivo es asentar unas bases para que el club recupere su identidad. Queremos llegar al corazón de las personas", decía Quique. Ha costado, pero lo está consiguiendo.