El Manchester City de Pep Guardiola volvió a tropezar en la Premier League, esta vez con una derrota por 0-2 frente al Tottenham de Thomas Frank. El choque volvió a evidenciar un problema recurrente del equipo: la falta de intensidad y activación en tramos decisivos. Y en ese contexto surge un nombre que ya estuvo en el radar citizen este verano: Fermín López, canterano del Barça, convertido en uno de los grandes activos de la plantilla de Hansi Flick.
El club azulgrana rechazó en los últimos meses propuestas de hasta 80 millones de euros por el centrocampista andaluz, convencido de que su crecimiento aún no ha tocado techo. Pero en Inglaterra aseguran que el interés del City no es coyuntural, sino estructural. Guardiola ve en Fermín un perfil capaz de revitalizar la energía en su medular y, tarde o temprano, parece inevitable que se produzca un intento serio por llevárselo a Mánchester.

Fermín, la energía que falta en Mánchester
El City, pese a su dominio de los últimos años, ha perdido parte de la chispa que le permitió conquistar la Champions en 2023. El mediocampo necesita nuevas piernas que aporten frescura, agresividad y capacidad de ruptura. Es ahí donde Fermín encaja como anillo al dedo. Su irrupción en el Barça ha demostrado que no solo tiene despliegue físico, sino también gol y una personalidad que le permite asumir responsabilidades en momentos clave.
Para Guardiola, que siempre ha apostado por futbolistas con hambre competitivo, Fermín representa ese perfil de centrocampista que eleva el nivel colectivo sin necesidad de ser la gran estrella. El catalán ha seguido de cerca la evolución del jugador, consciente de que su fichaje no solo reforzaría al City, sino que además golpearía de lleno a un Barça que lo considera parte de su futuro.

El dilema económico del Barça y la amenaza inglesa
El FC Barcelona, por su parte, vive un debate interno. La delicada situación financiera obliga a estudiar cualquier oferta que supere los 80 o 90 millones, especialmente si procede de la Premier, donde los clubes cuentan con músculo económico casi inalcanzable. Fermín es, junto a Pedri, Gavi y Lamine Yamal, uno de los símbolos de la nueva generación azulgrana, pero la presión del mercado puede convertirse en un enemigo difícil de contener.
El City no tiene prisa, pero sí estrategia. Guardiola sabe que, con el paso de los meses, el Barça podría verse en la necesidad de abrir la puerta, y su club está preparado para colocar sobre la mesa una propuesta que supere los límites ya vistos. En ese escenario, el conjunto catalán deberá decidir entre blindar a su joya o aceptar una cifra que sería histórica para las arcas de la entidad.
Lo único seguro es que Fermín ha pasado de ser promesa a objetivo prioritario en Europa, y su nombre seguirá vinculado a movimientos de mercado de gran envergadura. El Barça resiste, pero Guardiola observa.