El Manchester City perdía por 0-1 contra el Southampton este fin de semana al descanso. Los citizens no se podían permitir una nueva derrota que les alejaría cada vez más del Liverpool y Pep Guardiola decidió motivar a los suyos para remontar el partido.

El entrenador catalán explicó en un par de minutos que tenían que ser positivos y que de esta manera podrían cambiar el partido. Sterling, Gundogan y Ederson, entre otros jugadores, escuchaban atentamente las palabras de su técnico y le hicieron caso.

Los goles de Agüero y Walker sirvieron para remontar el partido y sumar los tres puntos en la Premier League.