El rumor ya era un secreto a voces y ahora se ha confirmado: Pep Guardiola ha comprado una nueva casa en Barcelona, un movimiento que ha hecho saltar todas las alarmas en Manchester. El entrenador más laureado del fútbol moderno podría estar preparando su salida definitiva del Manchester City, tras casi una década de dominio en Inglaterra.
La operación inmobiliaria, revelada por el portal ‘Las Mamarazzis’, coincide con un momento clave en la vida personal y profesional del técnico. Hace más de un año que Guardiola puso fin a su relación con Cristina Serra, su pareja durante más de tres décadas, en una separación discreta, sin escándalos ni titulares sensacionalistas, pero que marcó profundamente al entrenador catalán.
Motivos familiares y la vuelta a sus raíces en Cataluña
Esta nueva vivienda en la Ciudad Condal no representa un retorno profesional al FC Barcelona, sino una apuesta por la estabilidad personal. Según fuentes cercanas, Guardiola busca reencontrarse con su familia y sus orígenes, tras años de un ritmo frenético en la Premier League. En su entorno, confirman que la residencia será un “refugio de paso” para desconectar del fútbol inglés y reencontrarse con su vida fuera de los banquillos.
Hasta ahora, el técnico compartía su residencia familiar en Pedralbes, donde continúa viviendo Cristina Serra junto a su hija menor. Pero la nueva adquisición marca un cambio simbólico: Pep ha querido crear su propio espacio, lejos de los recuerdos de su antiguo hogar y con la mirada puesta en una nueva etapa personal.
Un futuro incierto: Guardiola planea su adiós al City
Después de dominar Inglaterra y conquistar todos los títulos posibles, el técnico catalán parece tener clara su hoja de ruta. “Después de esta etapa con el City voy a parar. Está decidido, más que decidido”, confesó recientemente en una entrevista con GQ Hype. La frase resonó como una sentencia definitiva. Pep planea un año sabático, al estilo del que vivió tras su salida del Barça en 2012, cuando se retiró a Nueva York para recargar energías antes de su aventura en el Bayern Múnich.
Sin embargo, esta vez el descanso podría ser más prolongado. “No sé cuánto tiempo estaré parado, un año, dos, cinco, diez… No lo sé. Voy a dejarlo tras esta etapa con el City, porque necesito parar y centrarme en mí, en mi cuerpo”, declaró. Sin embargo, pese a su deseo de desconectar, Guardiola nunca ha ocultado una ambición que late con fuerza en su corazón: dirigir una selección nacional en un gran torneo. En 2024 ya deslizó su interés: “Me gustaría entrenar a una selección nacional para un Mundial o un Campeonato de Europa”. Ahora, con su eventual salida del City, ese sueño parece estar más cerca que nunca, con opciones de peso como el banquillo de Inglaterra o incluso la posibilidad de tomar las riendas de Brasil si el rendimiento de Carlo Ancelotti no cumple con las expectativas en el camino hacia el Mundial de 2026.
Todo apunta a que la historia de Pep Guardiola con el Manchester City está llegando a su fin. La compra de su casa en Barcelona no es solo un gesto personal: es el primer paso hacia un cambio de ciclo. Lejos de Inglaterra, con una vida sentimental redefinida y un nuevo horizonte profesional en el aire, el técnico catalán parece listo para escribir el siguiente capítulo de su legendaria carrera. La incógnita no es si se irá, sino cuándo y hacia dónde.