Pedri González es todo un veterano en la plantilla del Barça, y es uno de los jugadores que más tiempo acumulan en el primer equipo. Una cosa que le ha permitido ser uno de los capitanes, aparte de la jerarquía que posee en el vestuario, por la importancia que tiene en los sistemas de Hans-Dieter Flick. Es uno de los líderes del proyecto, y se ha permitido el lujo de alzar la voz y de pedir a sus compañeros que permanezcan unidos en estos momentos tan complicados.
Las cosas no están saliendo como se esperaban en el Camp Nou, y los resultados no son los deseados. Tampoco acompañan las sensaciones, que no invitan precisamente al optimismo, y han provocado que aparezcan las dudas. El empate contra el Brujas ha generado muchas preguntas, y tampoco se pueden olvidar las dolorosas derrotas contra el Paris Saint-Germain, el Sevilla y el Real Madrid. Pero para el ‘8’, tan solo hay una solución para salir de esta crisis.
Y es seguir trabajando sin descanso, y no mostrar debilidad. Los futbolistas tienen que estar más convencidos que nunca, y confiar en poder revertir esta preocupante dinámica. No obstante, creen que es el momento de hacer algunas modificaciones, y ya hay un señalado. Porque muchas piezas de la plantilla creen que ‘Hansi’ se está equivocando con sus métodos, y que tendrá que buscar soluciones, pues es evidente que no pueden seguir así.

Comenzando por la intensidad y la excesiva carga de entrenamientos, que han provocado que haya muchas lesiones musculares. No puede tratarse de una simple casualidad que prácticamente todos los futbolistas hayan tenido que pasar por la enfermería, incluido Pedri, que ha sido uno de los últimos en caer. Y esto claramente ha perjudicado al Barça, que todavía no ha podido presentar su once ideal en ningún partido.
Asimismo, las tácticas de Flick tampoco están dando resultado, y los rivales parecen haber descifrado sus secretos, como la trampa del fuera de juego, que ya no es una estrategia fiable.
Flick pierde credibilidad en el vestuario
La nula capacidad de reacción de Flick también ha hecho que pierda credibilidad dentro del vestuario del Barça, como han filtrado en la prensa alemana. Y vive su primera crisis desde que llegó al equipo azulgrana, hace un año y medio.
El malestar no deja de aumentar, y necesitan que las cosas cambien para ser considerados de nuevo como candidatos a todos los títulos posibles.