El inicio de temporada para Pecco Bagnaia está dejando más sombras que luces. El bicampeón del mundo, que debería ser el pilar sobre el que se asiente el proyecto de Ducati, ha encadenado un fin de semana para olvidar en el que sumó dos ceros consecutivos, sábado y domingo, quedando muy lejos del rendimiento esperado para un piloto de su calibre.

En el último Gran Premio, Bagnaia sufrió dos caídas en la misma curva, la número tres, durante la primera vuelta de ambas carreras. La situación se complicó aún más por el caos climático, con lluvia, cambios de moto y una pista cambiante que evidenció sus problemas de confianza y sensaciones con la moto. El italiano llegó a reconocer que “no tiene feeling”, especialmente en condiciones de mojado, donde normalmente debería recibir mayor feedback de la moto.

Pecco Bagnaia Ducati / Foto: EFE
Pecco Bagnaia Ducati / Foto: EFE

El rendimiento de Pecco Bagnaia preocupa seriamente en Ducati

"No siento nada hasta que me caigo", declaró Pecco. "En mojado, una moto debe darte señales, debe avisarte... Esta Ducati no me dice nada. Y eso es lo más difícil de aceptar", añadió. Bagnaia terminó en la posición 16º, con una moto visiblemente dañada y sin opciones de remontar. A pesar de una estrategia inicial prometedora, no pudo ejecutarla debido a un problema mecánico con la leva del cambio, que terminó por arruinar cualquier posibilidad de salvamento.

El propio piloto confesó sentirse desorientado con la moto actual. "Desde el inicio del año estamos así. No sé dónde está el límite, ni siento la goma ni los movimientos. Me subo a la moto, doy el 100% siempre, pero da igual si hago la vuelta rápida o si voy cinco segundos más lento: la sensación es siempre la misma, y eso es el verdadero problema".

Marc Márquez i Pecco Bagnaia al GP de Tailàndia / Foto: EFE
Marc Márquez y Pecco Bagnaia en el GP de Tailandia / Foto: EFE

El piloto italiano se siente desorientado con la Desmosedici

Estas declaraciones comienzan a levantar preocupación dentro del equipo. La gran estrella de Ducati parece haber perdido el rumbo. Y aunque desde el box aseguran estar trabajando en la búsqueda de una solución, no parece haber una respuesta clara a corto plazo.

El problema va más allá de los resultados. En un equipo de élite como Ducati, donde la presión es máxima y la competencia interna es feroz, un líder perdido puede convertirse en un lastre. Bagnaia, que en temporadas anteriores había demostrado ser una referencia, hoy se muestra como un piloto perdido, sin sensaciones, sin confianza y sin soluciones.