El Barça necesitará cerrar este verano un mínimo de 2 ventas importantes para cuadrar números y rebajar la masa salarial. Uno de los nombres que están encima de la mesa es el de Frenkie de Jong, cuyo caché es muy alto, y que ha despertado el interés del Manchester United y el Bayern de Múnich. El gigante bávaro también está interesado en Araujo, que en este mercado de invierno ya tuvo la posibilidad de irse al Allianz Arena. Y un tercer jugador que está en las quinielas es Raphinha, cuyo rendimiento no está siendo el esperado.

En los últimos meses, varios clubes de la Premier League habían mostrado su interés en Raphinha, que llegó al Barça después de ser designado como mejor extremo del campeonato inglés. El club blaugrana se frotó las manos, ya que podía recuperar gran parte de la inversión, 58 millones de euros, de los que todavía falta por amortizar una gran parte.

Deco / Foto: Marc Ortín
Deco, director deportivo del Barça / Foto: Marc Ortín

El caché de Raphinha no para de bajar

El problema es que Raphinha está firmando una temporada muy irregular, con altibajos. Este martes, sin ir más lejos, el brasileño volvió a mostrar su peor cara, poco resolutivo en los metros finales e incapaz de superar a su marcador. Este rendimiento está provocando que los clubes interesados en su fichaje duden, ya que el Barça pide 50 millones de euros por el brasileño.

En Inglaterra, donde se ha hablado del interés del Arsenal, el Newcastle y el Aston Villa, ya se especula con que ninguno de estos clubes va a ofrecer más de 30 millones de euros, ya que Raphinha ha bajado su nivel, además de tener ya 27 años (en diciembre cumplirá los 28), lo que complica mucho poder amortizar la operación.

Raphinha Rubén Peña Barça Osasuna / Foto: EFE
Raphinha, en el Osasuna-Barça de esta temporada / Foto: EFE

Raphinha y la gran duda del Barça

El Barça, pues, se encuentra con la duda de qué pasos seguir con Raphinha. Por un lado, está la necesidad de vender y la sensación de que el brasileño jamás explotará vestido de blaugrana. Es un buen jugador, pero no una estrella capaz de liderar el proyecto. Por otro, sin embargo, el Barça no puede vender a Raphinha por 30 millones de euros, ya que la operación generaría pérdidas, al no estar amortizado.

La dirección deportiva debe tomar una decisión, consensuada con el futuro entrenador. Se espera que Raphinha rinda a un nivel aceptable en lo que queda de temporada con la esperanza de que algún club decida apostar con él. En el Barça, sin embargo, la imagen de un Raphinha triunfando es cada vez más difusa.