A pocas horas del partido de vuelta de cuartos de final de Champions League entre el Barça y el PSG, la batalla ya ha empezado fuera del campo. Algunos aficionados del equipo blaugrana se acercaron a las inmediaciones del Hotel W donde se aloja el equipo de Luis Enrique para alterar su descanso con petardos y fuegos artificiales. A pesar de que se había planteado un dispositivo policial para evitar cualquier tipo de incidente, no han podido controlar el lanzamiento de pirotécnicos. 

Este suceso no es nada nuevo, sino más bien una respuesta a los seguidores del PSG. La semana pasada, fueron los franceses quienes se acercaron al hotel donde se hospedaba el Barça en París para hacer exactamente lo mismo. Mediante petardos y fuegos artificiales trataron de alterar las horas de descanso de los jugadores de Xavi, pero no sirvió para absolutamente nada: los culés jugaron un buen partido y conquistaron el Parque de los Príncipes (2-3).

Los aficionados del Barça 'se la devuelven' al PSG

Varios aficionados del Barça se han reunido alrededor de las 2 de la madrugada en las inmediaciones del hotel de concentración del PSG. El Hotel W de Barcelona ha sido testigo de un lanzamiento de petardos y fuegos artificiales que solo tenían un objetivo: molestar a los jugadores de Luis Enrique durante sus horas de sueño a menos de 24 horas del partido más importante de la temporada para ambos equipos.

Estos actos no llegan por casualidad, sino que son una venganza por los que ya cometieron algunos aficionados del PSG la semana pasada en París. En la víspera del partido de ida, el Barça se concentró en el Hôtel du Collectionneur situado cerca de los Campos Elíseos, donde cerca de las 4 de la madrugada comenzaron a escucharse petardos y fuegos artificiales lanzados intencionalmente para alterar el descanso de los jugadores. 

Ousmane Dembélé celebra su gol con el PSG contra el Barça / Foto: Europa Press
Ousmane Dembélé celebra su gol con el PSG contra el Barça / Foto: Europa Press

Ousmane Dembélé, foco de atención en su regreso a Barcelona

Los Mossos d'Esquadra habían preparado un dispositivo para evitar cualquier incidente, especialmente teniendo en cuenta el regreso de Ousmane Dembélé a Barcelona. El exjugador del Barça marcó en el partido de ida de hace apenas una semana y no dudó en celebrarlo de manera efusiva. Con esto en cuenta y sumado a su controversial salida del Barça el verano pasado, Dembélé se convirtió en el principal foco de atención para los aficionados culés que se acercaron ayer al hotel de concentración del PSG y que no dudaron en insultar e increpar al joven extremo.

El 'mosquito' abandonó el club blaugrana hace apenas unos meses para poner rumbo al PSG. La sensación que dejó en la ciudad condal fue la de un jugador frío que nunca llegó a demostrar todo el potencial que prometía. Con 185 partidos en los que dejó 40 goles y 43 asistencias, Dembélé hizo las maletas con dirección al Parque de los Príncipes dejando 50 millones de euros en las arcas culés.

Ahora, los nervios están a flor de piel, ya que esta noche el Barça se juega frente al PSG el paso a las semifinales de Champions League, algo que no consigue desde hace cinco temporadas. En aquella ocasión, los culés eliminaron cómodamente al Manchester United con un 4-0 para después verse las caras con el Liverpool en aquel fatídico partido que todavía escuece en Can Barça. Ahora, los de Xavi tienen una oportunidad única de redimirse y espantar los fantasmas del pasado en su camino hacia la 'sexta'.