En el Real Madrid hay un nombre que preocupa más de lo que se dice públicamente: Ferland Mendy. El lateral francés, de 30 años, lleva meses sin rendir al nivel que se espera de un jugador de su experiencia y salario. Xabi Alonso, recién llegado al banquillo blanco, ya lo ha detectado. No corre, anda, y no es porque quiera. El cuerpo no le responde.
Su situación es un misterio. En el club hablan poco, y cuando lo hacen, lo hacen a través de filtraciones. Mendy debería reincorporarse a los entrenamientos esta semana, pero nadie entiende por qué su recuperación ha tardado tanto. Lo último que se supo de él fue su operación el 30 de abril, tras lesionarse en la final de Copa contra el Barcelona. Apenas había jugado ocho minutos antes de caer, otra vez.
Silencio desde el Real Madrid sobre el estado de Ferland Mendy
Aquel día se confirmó la rotura del tendón proximal del recto anterior del cuádriceps derecho. Los médicos hablaban de una baja de 10 a 12 semanas. Han pasado más de 22, y Mendy sigue sin ritmo, sin chispa y con molestias. Xabi Alonso lo sabe. En Valdebebas le ven falto de velocidad, sin confianza, sin esa potencia que un día le convirtió en una de las murallas más difíciles de superar de Europa.
Desde que llegó al Real Madrid en 2019, su historial médico es una pesadilla. 16 lesiones en cinco años. 663 días de baja, casi 21 meses fuera de los terrenos de juego. 112 partidos sin jugar. Son cifras que asustan, más propias de un jugador en el ocaso de su carrera que de un lateral todavía en plenitud teórica.
Fichado como Hazard por petición expresa de Zidane, ahora es un problema para el Real Madrid como lo fue le belga
El francés, fichado por deseo expreso de Zinedine Zidane, como Eden Hazard, se ha conviertido en un problema como lo fue el belga. Mendy fue en su día considerado el mejor lateral defensivo del mundo, según Carlo Ancelotti. Pero esa frase hoy suena lejana, incluso irónica. El tiempo y las lesiones han pasado factura. Su valor de mercado se ha derrumbado de 40 a 10 millones de euros, y su renovación hasta 2028 se ha convertido en un problema económico y deportivo.
El Real Madrid ha intentado guardar las formas. Oficialmente, confían en su recuperación. Extraoficialmente, saben que el ciclo de Mendy está agotado. La llegada de Carreras y el crecimiento de Fran García confirman el cambio de rumbo. Xabi Alonso busca laterales ofensivos, con recorrido y energía. Justo lo contrario de lo que hoy puede ofrecer Mendy.
Los servicios médicos no logran explicar la causa exacta del declive. Hablan de una “fatiga muscular crónica”, una especie de bloqueo físico y mental que le impide alcanzar el nivel de exigencia que requiere el Madrid. No corre, anda, y no lo hace por falta de voluntad. Simplemente, su cuerpo no da más.
En el club hay preocupación. También resignación. Xabi Alonso lo quiere recuperar, pero empieza a asumir que Mendy ya no volverá a ser el mismo. Su historia en el Madrid, marcada por la irregularidad, se apaga lentamente. Y aunque aún tiene contrato largo, su papel en el equipo parece cada día más simbólico.