El Nàstic de Tarragona es de Segunda. Los tarraconenses han tenido que sufrir hasta la última jornada para asegurarse la permanencia a la Liga 1|2|3, pero gracias a dos victorias contra dos equipos de Primera (Huesca y Rayo Vallecano) han conseguido salvar la categoría en una temporada difícil en el Nou Estadi de Tarragona.

Tarragona respira

La última jornada de la categoría de plata del fútbol español llegaba con la cuarta posición de descenso bacante. El Nàstic era uno de los seis equipos que habían dejado los deberes para el último día, pero lo cierto es que era uno de los principales favoritos para conseguir la permanencia. Los hombres de Rodri lo sabían y, desde el primer momento, han salido sobre el césped dispuestos a pasar por encima del Rayo, que la semana pasada consiguió el ascenso a la Liga Santander, como hicieron en Huesca en el último compromiso de los catalanes.

Dicho y hecho. En la primera mitad, los grandes goles de Álvaro Vázquez y Manu Barreiro -este último ha marcado su tanto de chilena- han encaminado el partido y la continuidad en Segunda. Por necesidad, los hoy locales han estado más intensos que sus contrincantes y han conseguido imponerse sin sufrir demasiadas dificultades. Con todo el pescado vendido, la reanudación ha sido un trámite y ha habido final feliz en Tarragona.

Única victoria catalana

La del Nàstic, sin embargo, ha sido la única victoria catalana de la jornada; ni Reus ni Barça B han conseguido despedir la temporada sumando tres puntos. Los primeros se han visto superados en el campo del Alcorcón (que, como el Nàstic, también se jugaba la salvación y la ha logrado) y han finalizado el curso con cuatro compromisos seguidos sin conocer la victoria (3-0).

Por otra parte, el filial del Barça tampoco ha podido decir adiós a la Liga 1|2|3 con buenas sensaciones. Los de Garcia Pimienta, que la semana pasada confirmaron su descenso a la Segunda División B, han sido inferiores a un Zaragoza que hará el playoff de ascenso y los tantos de Vinicius y Febas han sido suficiente para decantar la balanza a favor de los aragoneses (0-2).