El Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol ha decidido mantener la tarjeta amarilla que vio Leo Messi en el partido contra el Celta. Una decisión incomprensible después de haber podido ver que la falta pitada al argentino no era y se podía observar claramente cómo tocaba la pelota y no la pierna de Pape Cheikh.

El Comité ha estudiado las alegaciones presentadas por el Barça por la amarilla que vio el argentino en virtud del artículo 111.1 del Código Disciplinario, en que el club blaugrana alegaba que concurría "un error material manifiesto en el acta arbitral", ya que consideraba que el argentino había cortado "limpiamente, y sin tocar a contra, la pelota, siendo además inexistente el hecho reflejado en el acta de poner fin a un ataque prometedor".

El Comité entiende que en las alegaciones no se pone de manifiesto un error material en el acta y considera que hay "un patente contacto entre los dos jugadores en la jugada en cuestión" y que no puede sustituir "el criterio técnico del colegiado en la apreciación de la acción", de manera que desestima la petición del Barça y confirma la amonestación y la multa correspondiente. El Barça no se detiene aquí y volverá a recurrir la decisión al Comité de Apelación.