Leo Messi, Sergio Busquets y Jordi Alba ya son los nuevos líderes del Inter de Miami, rememorando sus días en el Barça, cuando se convirtieron en los pesos pesados del vestuario, y en tres de los capitanes. Ambos se han unido a la franquicia de David Beckham para seguir jugando juntos, y vivir sus últimos días como profesionales antes de retirarse. Y muy pronto se puede sumar Andrés Iniesta, que sigue libre después de abandonar el Vissel Kobe de Japón.

El plan del campeón de un Mundial y de dos Eurocopas es reencontrarse con sus antiguos compañeros, y vivir una etapa por la Major League Soccer. Por desgracia, quien no podrá aterrizar todavía es Luis Suárez, que en enero se comprometió con el Gremio de Porto Alegre, y ahora no le deja salir de Brasil. Eso sí, al menos ha podido llegar a un acuerdo para que le permitan marcharse totalmente gratis en diciembre de este año, aunque tiene un contrato válido por 12 meses más.

También se ha hablado mucho sobre Eden Hazard, pero parece complicado que acabe trasladándose a Estados Unidos. Y otro jugador que había protagonizado una larga cantidad de rumores es Sergio Ramos, que lleva más de un mes sin equipo, ya que su vinculación con el Paris Saint-Germain expiró el pasado 30 de junio. Nasser Al-Khelaïfi no quiso renovarle, por orden de Luis Enrique, que todo el mundo sabe que tiene una relación muy tensa con el central de 37 años.

Así que el ex del Real Madrid y del Sevilla está buscando un nuevo trabajo, y la posibilidad de trasladarse a Miami parecía de su agrado. Le pidió personalmente a Beckham, con el cual coincidió en el Santiago Bernabéu, que lo acogiera en el equipo, y el exfutbolista inglés estaba dispuesto a hacerlo. Pero han aparecido Messi, Busquets y Alba para vetar esta posibilidad, y dejar claro que no quieren que llegue. De modo que no lo hará.

Sobre todo, el astro argentino ha sido el principal responsable de la cancelación al defensa andaluz, al cual no puede ni ver.

Messi y Ramos, enfrentados en el PSG

Para nadie es un secreto que Messi y Ramos estuvieron enfrentados en el PSG. No consiguieron solucionar el distanciamiento que tenían cuando ambos capitaneaban al Madrid y al Barça, y mientras el primero se alió con el clan de los sudamericanos, con Neymar Junior como líder, Sergio fue más cercano al clan de los europeos, donde Kylian Mbappé era el ‘jefe’.