El ministro de Cultura y Deportes del gobierno español, Íñigo Méndez de Vigo, ha inaugurado las obras de remodelación del Nuevo Estadio de Tarragona, que acogerá las ceremonias de inauguración y clausura de los Juegos del Mediterráneo este 2018. Los trabajos han supuesto una inversión de 1,7 millones de euros a cargo del Consejo Superior de Deportes (CSD).

Durante una visita al equipamiento deportivo, el ministro ha subrayado el "compromiso" inversor del gobierno español para poder finalizar los equipamientos pendientes" y ha cifrado en 15 millones la aportación global del Ejecutivo español a los Juegos. Aunque el acontecimiento se ha tenido que aplazar del 2017 al 2018 por la falta de financiación del Estado, Méndez de Vigo ha valorado que la decisión de retrasarlos un año fue "acertada" para poder "coger más fuerza y más financiación".

Una visita curiosa del ministro

Una de las imágenes destacadas de la visita del ministro de Cultura y Deportes ha sido cuando Méndez de Vigo se ha encontrado con la mascota de los Juegos. Después de hacer un saludo formal con el ministro español, Tarracus le ha hecho que no con el dedo. Quién sabe qué le ha dicho durante el impasse del saludo, pero parece que las palabras de Méndez de Vigo no han gustado a la mascota.

Una camiseta del Nàstic de Tarragona de regalo y unas nuevas imágenes que han destacado por las palabras del ministro español en catalán. Ha sido un discurso plenamente político como ya era de esperar, donde ha hablado de "unidad" en clara referencia a la situación política que vive Catalunya.

Pero esto no ha acabado aquí y también ha tenido una segunda parte.

El discurso, delante de la mascota amarilla Tarracus, ha dejado momentos para sonreír en un nuevo acto previo de unos Juegos del Mediterráneo que han ido perdiendo el sentido. El gobierno central no se ha querido implicar y, cuando lo ha hecho, ha sido demasiado tarde. Un año después de la fecha inicial, parece que ahora sí, en el 2018, se celebrará la competición en Tarragona.