El exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA), José María Enríquez Negreira, de 79 años, ha comparecido este martes por la mañana en el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Catalunya (IMLCFC), en Barcelona, con el fin de ser evaluado sobre su estado de salud mental y si está capacitado para afrontar un posible juicio con los investigados del Barça. La prueba ha sido solicitada por el titular del juzgado de instrucción 1 de Barcelona, Joaquín Aguirre, que investiga el caso Negreira. En esta causa se intenta aclarar si los 7,5 millones de euros que el club azulgrana admite que pagó a Enríquez Negreira y a su hijo, Javier Enríquez, para hacer informes de árbitros entre el 2011 en el 2018, en realidad eran para pagar a árbitros y modificar resultados, extremos que la Guardia Civil no ha encontrado hasta ahora. El abogado de Enriquez Negreira, Daniel Pérez-Esqué, ha aportado al juzgado un informe de un centro médico, en el cual se asegura de que padece un "deterioro cognitivo", y no tiene plenas capacidades para asumir un juicio en los próximos años. El magistrado, como es habitual en estos casos, ha pedido un informe oficial y público de un forense del IMLCFC, que asiste a los juzgados. 

En la entrada del edificio, Enríquez Negreira, acompañado de su mujer y el abogado, se ha tropezado y ha caído al suelo, inmediatamente se ha levantado ayudado por sus acompañantes y ha continuado andando hasta la puerta de entrada.

Cuando la investigación del caso Negreira todavía estaba en manos de la Fiscalía de Barcelona, derivado de Hacienda, la defensa de Enríquez Negreira ya comunicó al ministerio público el febrero pasado, que el exnúmero 2 de los árbitros no declararía porque tenía "principio de Alzheimer" y no podía responder con plenitud y garantizar su derecho de defensa. Ahora que la causa está en el juzgado, el magistrado quiere comprobar este extremo, que la defensa de Negreira ha documentado con un informe de un centro especializado privado. Por ahora ninguno de los investigados ha declarado en el juzgado y se espera que el juez los cite pronto. Son: los expresidentes del Barça, Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu, los exdirectivos del club Òscar Grau y Albert Soler, y el hijo de Negreira, Javier Enríquez.

El soborno, en cuestión

Si, finalmente, se diagnostica a Enríquez Negreira una demencia progresiva y grave y no puede ser juzgado, la causa no se archivará. Ahora la Guardia Civil, analiza, por una parte, toda la documentación decomisada en los registros que ordenó el juez en la sede de la CTA, en Madrid, como también la implicación del hijo de Negreira en las sociedades que compartían.

Paralelamente, los investigados han presentado recursos contra el delito de soborno que les imputa ahora el magistrado, en sustitución del delito de corrupción deportiva. El cambio delictivo, básicamente, implica que el exvicepresidente de los árbitros tenía la categoría de funcionario a fin de que pueda ser soborno. Además, con el soborno no hay que probar el final de la acción, sino la intención del Barça en el pago, mientras en las negociaciones privadas, hace falta la conclusión de la acción. Y, por ahora, la Guardia Civil no encuentra ninguna prueba incriminatoria en este sentido.

La defensa de Bartomeu, ejercida por el abogado Josep Maria Fuster-Fabra, sostiene que el exárbitro no puede ser considerado funcionario y cita el caso Rubiales, y ha pedido en la Audiencia de Barcelona que tumbe la resolución que le imputa el delito de soborno, aparte de la falsedad documental y administración desleal. Y, la defensa de Rosell, ejercida por el penalista Pau Molins, ha afirmado que la causa contra Rosell está prescrita, además de denunciar "la persecución" que sufre el expresidente del Barça por parte de la Fiscalía. El recurso del FC Barcelona se espera que se presente esta semana.