Matías Almeyda ha solicitado a la dirección deportiva del Sevilla FC el fichaje de Giovanni Simeone, actual atacante del Torino, como refuerzo prioritario para el próximo mercado de invierno. El entrenador argentino, que asumió el cargo en junio de 2025, considera que el hijo del Cholo aportaría intensidad, gol y carácter a un equipo que ha recuperado sensaciones en las últimas semanas, especialmente tras la rotunda victoria por 4-1 ante el Barça de Hansi Flick en el Sánchez-Pizjuán.
Almeyda mantiene una relación especial con Simeone, a quien dirigió en Banfield en 2015, justo cuando el delantero daba sus primeros pasos fuera de River Plate. Aquella experiencia marcó un punto de inflexión en la carrera del atacante, que desde entonces ha desarrollado un recorrido sólido en Italia, pasando por Genoa, Fiorentina, Cagliari, Hellas Verona, Napoli y ahora Torino, donde esta temporada (2025-26) suma seis apariciones en la Serie A.

El perfil ideal para el proyecto de Almeyda
El técnico de Azul ve en Gio Simeone un delantero que encarna el tipo de jugador que quiere para su proyecto: trabajo constante, movilidad, presión alta y compromiso defensivo. A diferencia de otros perfiles del plantel, el argentino ofrece una combinación de energía y experiencia internacional que Almeyda valora especialmente, en un Sevilla que busca estabilidad tras años de irregularidad.
Con 30 años y más de 360 partidos profesionales y 89 goles entre Argentina e Italia, Simeone combina madurez y hambre competitiva. En el Napoli, aunque fue suplente habitual, demostró ser un recurso útil en partidos cerrados, con un instinto goleador que podría ser clave en un Sevilla aún falto de eficacia ofensiva.

Un movimiento factible en el mercado invernal
En Italia aseguran que el Torino estaría dispuesto a negociar su salida si llega una oferta razonable. El Sevilla, consciente de sus limitaciones económicas, optaría por una cesión con opción de compra, una fórmula que permitiría reforzar el ataque sin comprometer la planificación futura.
El posible reencuentro entre Almeyda y Simeone no sería solo una operación deportiva, sino una apuesta por la química humana y futbolística que ya funcionó hace diez años en Banfield.