Que el fichaje de Marc Márquez por Gresini iba a dar mucho de qué hablar era algo que ya se sabía, habida cuenta de que, directamente, entraría en la factoría Ducati. La situación ha generado mucho revuelo entre los de Borgo Panigale, polarizando la opinión sobre la llegada del '93', conscientes de su espíritu competitivo, su carácter ganador y, por tanto, complicado. Ese, precisamente, era uno de los principales temores de la escudería italiana, que la armonía que imperaba entre sus pilotos se viera truncada por el fichaje del catalán.

No obstante, una vez Marc Márquez ya es, oficialmente, piloto de Gresini, a los dirigentes ducatistas no les ha quedado más remedio que ir reculando, modificando su opinión, hasta deshacerse en elogios hacia el octocampeón del mundo. De hecho, Paolo Ciabatti, ha admitido en más de una ocasión que para 2025 Marc Márquez será uno de los candidatos a sentarse en la Ducati oficial, al lado de Pecco Bagnaia que parece inamovible. Pero, la historia del catalán con Gresini no va a empezar de la mejor forma posible.

Paolo Ciabatti, director deportivo de Ducati Corse / Foto: Europa Press
Paolo Ciabatti, director deportivo de Ducati Corse / Foto: Europa Press

La afición abuchea a Marc Márquez

Más allá de volver a ser competitivo, volver a lograr victorias y poder luchar por un nuevo mundial, Marc tiene otro objetivo: ganarse el cariño de la familia Ducati. Márquez no solo ha sido criticado por los pilotos que siempre han sido sus rivales, y que lo seguirán siendo, a pesar de pertenecer a la misma factoría, sino por los propios aficionados.

El '93' es un piloto de extremos, de aquellos que o lo amas o lo odias, y en Italia no está demasiado bien considerado, primero por su enemistad con Valentino Rossi, y segundo por su estilo de pilotaje tan agresivo. Un hecho que le ha valido para ganarse la animadversión de los aficionados de Ducati, y que ahora tratará de revertir.

Bagnaia y Marc Márquez, en la previa de un Gran Premio de MotoGP / Foto: Europa Press
Bagnaia y Marc Márquez, en la previa de un Gran Premio de MotoGP / Foto: Europa Press

Por el momento, no lo tendrá nada fácil. Quedó demostrado en el acto de clausura de la marca de Borgo Panigale, Campioni in Festa, donde se recibió el nombre de Marc Márquez con una sonora pitada, cuando el presentador del acto, Guido Meda, lo nombró para preguntar a Pecco Bagnaia por él.

Marc quiere revertir la situación

Unos acontecimientos que respaldan las palabras de Paolo Campinoti, dueño del Prima Pramac Racing: "Para bien o para mal en el mundo Ducati hay muchos pilotos de la VR46 de Rossi y digamos que la familia Márquez no está bien vista. Todavía va a haber más lío en el lío", dijo en una entrevista a Paddock MotoGP.

Paolo Campinoti, director del Prima Pramac Racing, en el GP de Valencia / Foto: Europa Press
Paolo Campinoti, director del Prima Pramac Racing, en el GP de Valencia / Foto: Europa Press

Una animadversión que puede remontarse al 2016, cuando Ducati todavía no dominaba en MotoGP. Por aquel entonces, los de Borgo Panigale quisieron fichar al '93', pero el de Cervera lo rechazó para seguir de la mano de Honda, con quien aquel mismo año ganó su tercer mundial. Ahora, las tornas han cambiado y Marc deberá ganarse el cariño de su nueva familia.