Marc Cucurella (Alella, 1998) se ha ido ovacionado del Camp Nou en la derrota del Eibar contra el Barça (3-0) en la última jornada de la primera vuelta de la Liga Santander. El jugador del plantel blaugrana, cedido al equipo vasco, ha jugado 64 minutos en el estadio que lo hubiera podido ver de local.

A pesar de su buen año, el encuentro contra el Barça no ha sido su mejor partido. Ha trabajado, ha presionado, ha defendido, pero no ha creado ocasiones de peligro. No obstante, su progresión esta temporada es muy destacable y no sería extraño que se asentara como uno de los jugadores de futuro de la Liga.

Miranda le gana la partida

A principio de temporada, el Barça decidió apostar por Juan Miranda en el lateral izquierdo en contraposición a Cucurella. El equipo de Valverde solo contaba con Jordi Alba en aquella posición y se dio un voto de confianza al plantel para cuando el de l'Hospitalet tuviera que descansar. La proyección de Miranda provocó que se diera prioridad al andaluz y obligó al club a buscar una solución.

Cucurella aterrizaba en Ipurúa como cedido y ha tardado muy poco en ponerse al público de la pequeña localidad en el bolsillo. Su exhibición en la victoria contra el Real Madrid (3-0) provocó que su nombre -e inevitablemente su peinado- empezaran a hacerse un nombre en la Liga Santander.

La reconversión

En Eibar, sin embargo, Cucurella se ha tenido que reinventar. El catalán juega como interior prácticamente en posición de extremo dejando atrás sus días como lateral izquierdo. A pesar del cambio de posición, su rendimiento es muy bueno. Acumula 941 minutos esta temporada entre Copa y Liga en los que suma -entre las dos competiciones- un gol y dos asistencias. Cada día que pasa se encuentra más cómodo a las órdenes de Azkargorta y el equipo vasco ya ha dicho que quiere ejercer la opción de compra sobre el joven jugador.