Frenkie de Jong continuará en el FC Barcelona la próxima temporada. La voluntad del centrocampista neerlandés ha sido determinante para cerrar cualquier especulación sobre su futuro, y tanto el cuerpo técnico como la dirección deportiva coinciden en su papel clave en el esquema de Hansi Flick. El club ha descartado cualquier traspaso y confía plenamente en que el internacional sea uno de los pilares del nuevo proyecto.
Esta decisión ha obligado al Arsenal a replantear su estrategia en el mercado. Su primera opción para reforzar el centro del campo sigue siendo Martín Zubimendi, pero la negativa de la Real Sociedad a negociar ha complicado el movimiento. Ante la rigidez del club donostiarra y el coste elevado de su cláusula, el conjunto inglés ha activado un plan B muy concreto: Marc Casadó. El jugador del Barça, lejos de ser una simple promesa, se ha consolidado como una realidad competitiva en el primer equipo.
Casadó ha disputado una cantidad significativa de partidos esta temporada, acumulando minutos de calidad en escenarios exigentes. Su rendimiento ha sido constante, demostrando una madurez táctica poco habitual en jugadores de su edad. Polivalente, con una gran capacidad de recuperación, inteligencia posicional y precisión en la salida de balón, el canterano ha respondido con solvencia en cada oportunidad, ganándose el respeto del vestuario y del cuerpo técnico.
Objetivo prioritario para el Arsenal si falla Zubimendi
El interés del Arsenal en Casadó se enmarca dentro de su política de fichajes enfocada a talento joven, competitivo y con margen de desarrollo. Lo destacable en este caso es que la entidad londinense está dispuesta a presentar una oferta de 50 millones de euros si finalmente no logra cerrar el fichaje de Zubimendi. En el club inglés consideran que Casadó puede ofrecer un rendimiento inmediato y un encaje táctico ideal en el sistema de Mikel Arteta.

Para el Barça, esta propuesta supone un dilema de calado. Casadó no es ya una opción de futuro, sino un recurso presente, perfectamente integrado en la dinámica del primer equipo. Hansi Flick ha trasladado a la dirección deportiva su valoración positiva del jugador y su disposición a contar con él como pieza estructural para el curso 2025-26. La decisión, por tanto, no será únicamente económica, sino también estratégica.
El Barça tiene ahora la oportunidad de consolidar a un futbolista formado en La Masia, que conoce el modelo de juego y ha demostrado estar preparado para rendir al máximo nivel. Rechazar una oferta de esta magnitud implicaría una apuesta firme por el talento de casa y una confianza absoluta en su proyección. Aceptarla supondría renunciar a un perfil difícil de encontrar en el mercado actual, especialmente en condiciones similares.
Con De Jong asegurado y Casadó en el punto de mira de un gigante de la Premier, el club se encuentra en una posición de privilegio para gestionar su centro del campo. La permanencia del neerlandés ofrece estabilidad inmediata, mientras que el valor creciente del canterano refleja el éxito de una formación interna que sigue dando frutos.