El Atlético de Madrid araña un punto del Santiago Bernabéu sin merecerlo (1-1). Los palos y las paradas de Jan Oblak frenan a un Real Madrid que baja de la nube después de su exhibición en Turín. El Barça ve desde el sofá de casa cómo amplía su margen al frente de la Liga hasta los 11 puntos: será campeón si gana cuatro de los últimos siete partidos.

Un derbi es un derbi

El mosaico de un escudo gigante en uno de los fondos del Bernabéu dimensionaba el vuelo de un derbi que ha ganado en emoción desde que el Atlético ha decidido consolidarse entre la élite europea y dejar atrás su mala fama de perdedor. Hoy, sin embargo, los dos equipos jugaban por el honor porque saben que ganar la Liga es misión imposible.

El Madrid entendía el mensaje. Los tres puntos eran lo de menos. Los blancos estaban ocupados en trasladar la superioridad que demuestran cuando viajan por Europa. Con un equipo reconocible a pesar de las rotaciones, Zidane ha querido decidir el derbi en los primeros minutos. El travesaño y el árbitro, que se ha comido un penalti, han mantenido de pie a un Atlético de Madrid que tenía muchos problemas para contener a un equipo que explotaba los espacios. Jan Oblak se agigantaba en cada disparo para dejar intacto el 0-0.

Los centros laterales han acabado desesperando al Madrid, que no encontraba vías para traducir su superioridad en goles. Los centímetros de la defensa colchonera convertían todas las pelotas en inocuas. El planteamiento de Diego Simeone se basaba en resistir, conceder poco y aprovechar los contragolpes. Diego Costa ha desperdiciado la mejor ocasión en un intercambio de golpes que acababa con Marcelo haciendo temblar el travesaño en la otra portería. Antoine Griezmann, tan descarado como acertado, era el único rayo de esperanza del Atlético. Todas las jugadas mejoraban cuando pasaban por sus pies. Y los compañeros lo sabían.

Un gol lo cambia todo

El Madrid ha encontrado el camino del gol con una jugada de entrenamiento. Gareth Bale ha corrido al espacio por la banda izquierda y ha levantado la cabeza para ver el desmarque de Cristiano Ronaldo al segundo palo. La pelota ha volado por el cielo del Bernabéu hasta acabar en el pie derecho de un Ronaldo que no se lo ha pensado dos veces para enviar un disparo cruzado, imposible para Oblak. El 1-0 abría un escenario nuevo porque el Atlético está acostumbrado a reaccionar más que a proponer.

Entre idas y vueltas, los colchoneros han conseguido el gol del empate gracias a su mejor hombre, Griezmann, que ha cazado un rechazo de Keylor Navas para hacer el 1-1 a placer. Los dos equipos han firmado una tregua que ha alimentado Zidane desde el banquillo. Cristiano ha dejado el campo para que entrara Karim Benzema. El partido caminaba hacia los últimos minutos sin que nadie pudiera hacer nada para levantar la voz.

Isco Alarcón y Luka Modric han entrado en el campo para cambiar la posesión por ocasiones. El Madrid ha tenido el partido en su mano, pero Oblak ha estirado más la suya para enviar a córner una falta de Sergio Ramos que se colaba por la escuadra. El Atlético ha acabado firmando el 1-1 como el mal menor de una tarde que lo aleja todavía más del título de Liga.