No ha habido sorpresas. En su estreno como entrenador del Espanyol, Pablo Machín ha utilizado el sistema de tres centrales con carrileros con el cual brilló en Girona.

Tal como hizo en Montilivi durante cuatro temporadas y media, el técnico soriano ha apostado por un esquema en el cual brillan los laterales y que permite que los centrales se sientan más protegidos. De hecho, todas las piezas que ha utilizado delante del Villarreal tienen el mismo perfil que las que utilizó en Girona.

Diego López ha ejercido de Yassine Bounou y, como el marroquí, ha seguido una consigna clara: no complicarse la vida con la pelota en los pies y buscar el punta con pelotas bombeadas. Los tres centrales han sido David López, Naldo y Bernardo; futbolistas lentos pero contundentes en el juego físico que han emulado a Juanpe, Pedro Alcalá y el propio Bernardo, pilar básico del Girona de la temporada 2017/18. En los carriles, Adrià Pedrosa se ha convertido en el nuevo Johan Mojica de Machín, mientras que el debutante Víctor Gómez ha sido tan profundo como Pablo Maffeo.
 

monito vargas español villa real efeEFE

En el centro del campo, Victor Sánchez ha sido un perro de presa como Pere Pons, mientras que Marc Roca ha ejercido de mediocentro organizador tal como hacía Àlex Granell en Montilivi. Finalmente, en ataque, Sergi Darder ha añadido la cuota de calidad y finura que en Girona ponía Borja García. La profundidad que entonces corría a cargo de Portu ha sido cosa del Monito Vargas, y la boya en ataque, en lugar de Cristhian Stuani, ha sido Jonathan Calleri.

En su estreno en el RCDE Stadium la estrategia no le ha servido para ganar el partido, pero es indudable que el Machín ha conseguido mejorar la imagen del equipo. Si los pericos siguen jugando así los puntos llegarán muy pronto.