Sergio Busquets y Andrés Iniesta eran los únicos jugadores del Barça que habíamos escuchado después de la dura derrota contra el PSG. Los dos testimonios, en caliente, con la herida recién abierta. Busquets indicó que el planteamiento de los parisinos los cogió por sorpresa e Iniesta, que los superaron en todos los aspectos del juego. Pocas explicaciones se podían encontrar a un resultado tan sangrante como vergonzante. Ningún equipo en la historia de la Liga de Campeones ha conseguido cambiar a un 4-0 en eliminatorias directas. El reto es mayúsculo pero Luis Suárez ya ha empezado a construir el relato de la remontada. Un discurso que se irá repitiendo y acentuando a medida que se acerque el 8 de marzo, la vuelta de los octavos de final en el Camp Nou.

Suárez no ha querido señalar a nadie por la derrota y ha puesto en valor al colectivo: "Aquí somos todos culpables, a nivel grupal, no es justo atacar a una persona. En este equipo ganamos y perdemos todos". En el cierre del 12º Libro de Relatos Solidarios, donde se han recaudado 54.710 euros destinados a la enfermedad del PKU, el delantero uruguayo ha hecho de portavoz de la plantilla: "Nuestro mensaje es claro. Tenemos que confiar en nosotros mismos y marcarnos el objetivo de remontar esta eliminatoria para entrar, para siempre, en la historia del Barça. Es muy difícil pero en el fútbol no hay nada imposible".

El partido de París lo tiene todo para convertirse en un punto de inflexión (negativo). La derrota y la sensación de impotencia obligaban a una reflexión profunda en una temporada de vértigo. En este sentido, Suárez ha sido claro a la hora de analizar la derrota. "Fue un mal partido a nivel general y se tiene que aceptar. Ellos fueron superiores. Durante este curso hemos pasado por momentos muy altos y otros muy bajos. Tenemos que encontrar la línea de lo que fuimos el año pasado o hace dos", ha reconocido.

Quedarse con un pie y medio fuera de la Champions a las primeras de cambio fue un golpe duro. Muy duro para un equipo acostumbrado a verse las caras, temporada tras temporada, con los mejores equipos de Europa. La goleada puso en evidencia todas las carencias futbolísticas que los resultados y el tridente se habían encargado de tapar con más pena que gloria. "Queremos jugar como antes mejor para darle la vuelta a la situación. Y lo afrontamos juntos. No hay ningún problema interno, estamos muy unidos", ha dicho Suárez en referencia al supuesto distanciamiento entre la plantilla y Luis Enrique.

Sobre el técnico asturiano, el '9' del Barça ha asegurado que el equipo está a su lado: "Tenemos plena confianza en él y no nos planteamos cambios. Al contrario, igual que hemos disfrutado con él, ahora sufrimos todos". Suárez también se ha pronunciado sobre la renovación de Luis Enrique, que acaba contrato el próximo mes de junio: "El míster es mayor, maduro y consciente de la situación que está viviendo. Él sabrá la decisión que tiene tomada o tomará, nosotros la aceptaremos".