Todos los culés tienen y tendrán siempre el recuerdo de lo que pasó el 21 de octubre del 2000 en el Camp Nou. Era la sexta jornada de la Liga cuando el Real Madrid visitaba al Barça en el primer Clásico de la temporada.

Luis Figo, ya como jugador del Real Madrid, había sido tildado de traidor después de haber dejado el Barça poco tiempo antes. Había abandonado el club blaugrana por culpa de un precontrato firmado con Florentino Pérez y que se haría efectivo si ganaba las elecciones. Y como todo el mundo ya sabe, el primer mandato de Pérez empezó con el cromo Figo.

Aquello de "Figo pesetero" fue el reclamo de un aficionado del Barça totalmente enrabiado con la marcha del portugués al eterno rival. Pero lo más recordado pasó aquel sábado en el feudo culer: una cabeza de cerdo, la botella de whisky JB o la pancarta de 'Judas'.

Aquel día el Barça ganó por 2-0 con goles de Luis Enrique y Simao, pero seguro de que nadie recordaba el resultado. Tampoco el gran marcaje que realizó un joven Carles Puyol al portugués.

Todo el mundo siempre recordará el infierno con el cual los culés recibieron a Figo después de, posiblemente, la peor traición de la historia del Barça.