Robert Lewandowski es el primero que está muy preocupado por su situación actual en el Barça. No acaban de salirle las cosas, y atraviesa una crisis preocupante que no parece tener solución. Desde que volvió del Mundial de Qatar ha sido noticia por su falta de puntería y por su tendencia a desaparecer durante los partidos, y no por los goles y por el rendimiento que ofreció durante los primeros meses que pasó por La Liga Santander.

Xavi Hernández está buscando la manera de conseguir rescatar la mejor versión del polaco, que obviamente es una pieza indispensable en los esquemas, y una piedra angular del proyecto. Deberá de encontrar una solución, y el ‘9’ ha advertido que no se encuentra cómodo si no tiene a dos extremos en las bandas que puedan generar peligro y proporcionarle asistencias. Así pues, exige que deje de apostar por alinear a cuatro centrocampistas.

Y el ex del Bayern de Múnich, del Borussia Dortmund o del Lech Poznan cree que el regreso de Leo Messi sería una gran noticia. Está convencido de que con el astro argentino formaría una gran sociedad, y se entenderían a las mil maravillas, ya que podría darle muchos pases decisivos, y recuperarían la competitividad en la Champions League que en el Camp Nou han perdido desde que se marchó al Paris Saint-Germain, hace casi dos años.

No es casualidad que las dos campañas que han estado sin el siete veces ganador del Balón de Oro, el Barça no haya sido capaz de ni siquiera acceder a octavos de final. El problema es que el crack de 35 años no quiere saber absolutamente nada de Lewandowski, a quien considera competencia, pues cree que podría quitarle mucho protagonismo, una cosa que no está dispuesto a compartir con nadie, después de haberse visto obligado a hacerlo con Kylian Mbappé y con Neymar Junior en el Parque de los Príncipes.

Joan Laporta y Mateu Alemany ya conocen esta noticia, y tendrán que buscar la forma de convencerlo.

Messi no puede ni ver a Lewandowski

En el Mundial también se pudo comprobar como Messi no puede ni ver a Lewandowski. En el choque que enfrentó a sus dos selecciones, Robert se acercó a dar la mano y a saludar a Leo, que ni siquiera le miró a la cara, dejando una imagen de tensión máxima.

Si no solucionan estas diferencias, no podrán compartir vestuario en el Barça…