El Espanyol se ha impuesto a Levante en el Ciutat de València (0-2) y ha conseguido clasificarse para los cuartos de final de la Copa del Rey. Leo Baptistao y Gerard Moreno han sido los goleadores de una noche en que los pericos han recuperado la identidad. La segunda victoria blanquiazul consecutiva fuera de casa sirve para remontar el 1-2 de la ida.

Contra las estadísticas

Sí que era cierto que el Espanyol nunca había sido capaz de remontar fuera de casa una eliminatoria que había empezado perdiendo como local, pero la historia también nos enseñaba que siempre que los blanquiazules se han encontrado en el Levante en la Copa los primeros conseguían la clasificación. Al final, sea como sea, las estadísticas están para romperlas. Siempre hay una primera vez para todo.

Quique dijo, en la previa del partido, que para conseguir el hito sería clave marcar el primer gol durante los instantes iniciales y Leo Baptistao lo entendió a la perfección. Cuando todavía no se había llegado al cuarto de hora de juego, el brasileño ha recogido un pase en profundidad de Gerard Moreno para iniciar una larga conducción y dejar atrás sus problemas de gol con una gran definición de vaselina. Raúl Fernández no ha podido hacer nada. Dicho y hecho. Estocada para marcar el camino a seguir.

Los pericos han saltado al césped del Ciutat de València con una actitud que, incomprensiblemente, es impropia de ellos. Orgullo, intensidad, buena presión después de pérdida y, como consecuencia de todo, mejora de juego. Ante los reproches de su afición, el Levante no ha encontrado la fórmula para evitar su derrota. Como en el RCDE Stadium hace una semana, los de Muñiz se han visto superados por su rival; a diferencia de la ida de los octavos, sin embargo, hoy la supremacía espanyolista ha sido demasiada para que los locales sacaran un buen resultado. O un resultado que, como mínimo, les cediera el billete para los cuartos.

Intensidad (e identidad) para certificar la remontada

Hoy, el muro que acostumbran a construir los defensas valencianos ha sido más elástico que firme y el gol de Gerard Moreno ha sido un claro ejemplo de ello. Pasada la media hora de juego, Dídac Vilà ha centrado y la defensa del Levante ha hecho el resto. Toño ha intentado rechazar pero ha enviado la pelota contra el cuerpo de su portero; Gerard Moreno estaba con la caña preparada y no ha perdonado a portería vacía.

Por muy bien que lo hagas, sin embargo, siempre tienes que contar con el factor de imprevisibilidad que tiene el fútbol. Que el adversario también juega es un tópico, sí, pero siempre hay que tenerlo en cuenta. El Espanyol ha perdido su dominio y, sin él, han empezado a llegar las primeras ocasiones a la portería de Diego López. El gallego no ha tenido que intervenir demasiado, pero ha tenido suerte que el travesaño le ha rechazado un buen remate de Jason bien entrada la segunda mitad.

Los de Quique han dado un paso atrás y se han limitado a buscar los espacios en contados contraataques. Aunque la entrada de Morales ha revolucionado el partido, los catalanes no han sufrido en exceso durante la reanudación y han podido acabar culminando la remontada. El Espanyol ha recuperado la identidad y ha sumado la segunda victoria consecutiva fuera de casa para conseguir la clasificación para los cuartos de final. La bola de los pericos estará presente en el sorteo de este viernes en la Ciudad de Fútbol de Las Rozas.