Durante años, la figura de LeBron James ha sido vista como la de un líder ejemplar, un ídolo incuestionable y el rostro más poderoso del baloncesto moderno. Sin embargo, según revelaciones contenidas en A Hollywood Ending: The Dreams and Drama of the LeBron Lakers, esa imagen podría ser solo una elaborada fachada. Detrás del brillo mediático y los discursos inspiradores, varios excompañeros lo señalan como un maestro del doble discurso, un jugador que predica unidad pero siembra división cuando las cámaras se apagan.
La obra, que disecciona el convulso verano de 2022 en Los Angeles Lakers, presenta un retrato demoledor: el vestuario hundido en la desconfianza, Russell Westbrook enfrentado abiertamente a LeBron, y un ambiente en el que el supuesto liderazgo del “Rey” quedó en entredicho. Las escenas narradas no son simples rumores: son testimonio de un equipo fracturado, donde incluso una visita de Will Smith —recién salido del escándalo de los Óscar— bastó para desatar un terremoto emocional entre las estrellas.
Westbrook contra LeBron: el conflicto que marcó una era en los Lakers
Según el relato, Russell Westbrook fue el primero en desenmascarar al ídolo. Lo que comenzó como una relación cordial entre dos superestrellas se transformó en un intercambio de desprecios silenciosos y frases cargadas de veneno. Westbrook, harto de lo que consideraba falsedad, se negó a participar en el “teatro” que LeBron mantenía frente a los medios. La tensión explotó cuando ambos se ignoraron por completo durante un partido de la liga de verano en Las Vegas, gesto que los fotógrafos captaron y que rápidamente se hizo viral.
Las imágenes eran el símbolo perfecto de un vestuario roto. LeBron, obsesionado con controlar la narrativa, buscaba desesperadamente una salida para Westbrook mientras en público defendía su “hermandad”. Pero puertas adentro, los jugadores veían otra cosa: un líder dispuesto a sacrificar a cualquiera por mantener su reputación intacta. Incluso Anthony Davis, su principal aliado, comenzó a mostrar signos de hartazgo ante las actitudes cambiantes del ‘The Chosen One’.
La sesión con Will Smith que reveló el verdadero carácter del “Rey”
Uno de los episodios más comentados ocurrió cuando Rob Pelinka organizó una charla motivacional con Will Smith, apenas meses después del infame guantazo a Chris Rock en los Óscar. Mientras el resto del equipo se preparaba para escuchar al actor, LeBron abandonó la sala visiblemente molesto, seguido por Davis. La tensión fue tal que Westbrook preguntó si todos debían marcharse también. Patrick Beverley, recién llegado al equipo, fue tajante: “Esos dos pueden hacer lo que quieran. Ganaron un campeonato”.
Minutos después, LeBron regresó y acaparó toda la atención: interrumpió a Smith con preguntas sin fin, citó escenas de películas y trató de dar una lección de liderazgo. Sin embargo, quienes estaban allí vieron otra cosa: un intento desesperado por recuperar el foco mediático. Westbrook, sentado al fondo, observaba con incredulidad. “Odio esas mentiras falsas”, comentó luego a un compañero. Su gesto en la foto oficial del equipo —ceño fruncido, mirada perdida— decía más que cualquier declaración.
Las anécdotas sobre LeBron James “inventando” recuerdos y citas célebres son ya parte del folclore de la NBA. Desde decir que El Padrino era su película favorita sin recordar una sola línea, hasta asegurar que predijo los 81 puntos de Kobe Bryant antes de que ocurrieran. Pequeñas exageraciones que, acumuladas, construyen una imagen de inautenticidad que irrita a quienes lo conocen de cerca. Así, la lealtad, la humildad y la autenticidad que tanto predica parecen haber quedado en el guion de una producción perfectamente editada por su empresa, SpringHill Entertainment.