Todavía esperando sentencia del juicio al procés, los protagonistas del mundo político y de la sociedad catalana dicen la suya. El último en opinar ha sido Joan Laporta, abogado, expresidente del Barça y expolítico, en una entrevista en El Punt Avui, en qué ha pedido la unidad de las fuerzas políticas.

Laporta considera que, como abogado, no es el juicio de la farsa, pero sí "se trata de un juicio político". Después de un largo periplo de declaraciones delante de la fiscalía del estado, de la abogacía y de Vox, Laporta considera que "la fiscalía tenía un interés en demostrar una violencia inexistente, y eso los hizo en falso en muchas actuaciones". Además acusa que "a los testigos que citó se les notaba mucho que iban adoctrinados para intentar demostrar esta realidad inexistente, y, por lo tanto, para mí fueron muy poco creíbles".

A todo esto, explica que "las defensas estuvieron muy bien". Y piensa que "actuaron con mucho rigor, y también supieron utilizar la parte emocional, ya que se estaba juzgando a unas personas que habían tenido un liderazgo en el procés y que seguían el mandato de un pueblo".

Joan Laporta Efe

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Laporta, consciente de la situación, piensa que la sentencia "será un escarmiento". Y por este motivo "Catalunya tendrá que demostrar que es un país muy resistente", y augura más movilizaciones. Para Laporta "lo más justo sería una absolución, sin embargo, francamente, no creo que esto acabe pasando". La solución en este caso sería "ir a instancias superiores, como el Tribunal de Estrasburgo".

El pueblo catalán y el Barça

Sobre la situación política actual, percibe "la ciudadanía desorientada, angustiada, preocupada y fastidiada". Y esto es culpa de la plana política y de los partidos independentistas: "Los partidos políticos han priorizado los intereses partidistas y personales por encima de esta unidad por la cual todo el mundo aboga y sólo el pueblo practica". Por esto mismo Laporta no cree en unidad de partidos, sólo en la unidad del pueblo.

Sobre su futuro no ha querido decir nada. La presidencia del Barça todavía le tira, pero ya no la política, un paso de su vida que ya es agua pasada. Y ha afirmado que el Barça "tiene que acompañar este procés y, por lo tanto, tiene que estar dirigido por personas que tengan esta sensibilidad".