El futuro de Ferran Torres en el FC Barcelona ha dado un giro radical en los últimos meses. De ser uno de los nombres más cuestionados por parte de la afición y de los sectores del club, ha pasado a convertirse en una pieza clave en el esquema de Hansi Flick. Su rendimiento como delantero centro ha convencido al técnico alemán, pero también a uno de los jugadores más influyentes del vestuario: Lamine Yamal.
El joven talento de La Masia, llamado a liderar el proyecto culé en los próximos años, ha pedido al club que no se desprenda de Ferran bajo ningún concepto. Según fuentes cercanas al vestuario, Lamine considera que el valenciano puede ser muy importante en el futuro, y valora especialmente su capacidad de adaptación al rol de ‘9’ en un contexto en el que el club busca soluciones económicas y deportivas de cara a la próxima temporada.
Una reinvención bajo Flick
Ferran Torres ha tenido que reinventarse en un Barça que ha atravesado por múltiples problemas ofensivos durante la temporada. Las lesiones y la edad de Robert Lewandowski, que cumplirá 37 años, han abierto la puerta a nuevas alternativas en ataque, y Flick ha encontrado en Ferran una solución inesperada pero efectiva. El ex del Manchester City ha rendido con nota cada vez que ha sido requerido como delantero centro, ofreciendo movilidad, presión alta, y, sobre todo, goles en momentos clave.
Su entendimiento con Lamine Yamal ha sido una de las notas más destacadas. Ambos se complementan bien: el desborde del joven extremo encuentra en Ferran un apoyo ideal para finalizar jugadas o arrastrar defensas. Una sociedad que Flick quiere potenciar de cara al futuro inmediato.
Intransferible para Flick… y para el club
Aunque hace unos meses su nombre estuvo en el escaparate —y algunos clubes de la Premier League tantearon su situación—, ahora el discurso ha cambiado por completo. Flick ha pedido expresamente que se quede, y en las oficinas del club ya lo consideran “intransferible”, tanto por lo que aporta en el terreno de juego como por su compromiso y profesionalismo en el día a día.
Además, el hecho de que Ferran ya esté amortizado contablemente —tras su fichaje por unos 55 millones en 2022— hace que su permanencia no represente una carga financiera, algo clave para un Barça que sigue peleando con el ‘fair play’ financiero. Mantenerlo en la plantilla permite reforzar el proyecto sin necesidad de realizar grandes desembolsos.
Lamine quiere crecer junto a él
Lamine Yamal no es solo una joya sobre el césped. También empieza a tener peso en el vestuario y en el proyecto deportivo. Su opinión es escuchada con atención por la dirección deportiva, que ve en él una figura capaz de marcar una era en el club. Su respaldo a Ferran Torres ha sido determinante para cerrar cualquier debate interno sobre una posible venta.
El Barça quiere rodear a Lamine de jugadores que le ayuden a crecer, que entiendan el estilo de juego del club y que mantengan una actitud ejemplar dentro y fuera del campo. Ferran cumple con todo eso. Y aunque no es el típico ‘9’, su polivalencia y compromiso lo convierten en un activo fundamental.
Un futuro que empieza a construirse
Con la renovación de Flick ya encaminada y la planificación de la plantilla 2025-26 en marcha, Ferran Torres se perfila como una de las piezas fijas en el nuevo Barça. Su relación con Lamine Yamal, la confianza de Flick y su buen rendimiento lo consolidan como mucho más que un recurso ocasional. Ahora es un jugador esencial… y todos lo saben.