El FC Barcelona recupera una de sus armas más letales: el tridente formado por Lamine Yamal, Robert Lewandowski y Raphinha. La pasada temporada, esta sociedad ofensiva fue determinante para sostener al equipo en los momentos más difíciles y ahora, con la recuperación del delantero polaco, vuelve a estar disponible para Hansi Flick, que confía en ellos como uno de los pilares para los próximos meses.
Vuelve el tridente
La lesión de Lewandowski en el inicio de la temporada obligó a Flick a mover piezas en el ataque. Ferran Torres y Dani Olmo asumieron mayor protagonismo, pero la ausencia de un ‘9’ de referencia se notó en partidos de máxima exigencia. Con el regreso del polaco, el Barça recupera esa figura que fija centrales y que permite a Lamine y Raphinha encontrar más espacios en los costados.
El entendimiento entre los tres fue una de las grandes noticias del curso pasado. El brasileño aportó desborde y gol, el joven de 18 años maravilló con su desequilibrio y visión de juego, y Lewandowski mantuvo su instinto goleador. Ahora, el reto es volver a replicar esa fórmula en un calendario que aprieta con Liga y Champions en paralelo.
Un objetivo común: la Champions
Si hay algo que motiva especialmente a este tridente es la Champions League. La eliminación ante el Inter de Milán en semifinales la pasada temporada dejó una espina clavada en el vestuario. Lamine Yamal ya lo expresó públicamente: este curso el gran objetivo es conquistar la sexta Copa de Europa.
Para ello, Flick sabe que necesita la mejor versión de su trío ofensivo. El alemán ha trabajado en los entrenamientos automatismos que potencien la conexión entre los tres. Lewandowski será la referencia, mientras que Raphinha y Lamine tendrán libertad para intercambiar posiciones, buscar diagonales y generar superioridades.
El técnico alemán siempre ha destacado la importancia de tener referentes ofensivos claros. Con Lewandowski al cien por cien y con dos extremos capaces de desequilibrar en cualquier momento, el Barça gana en profundidad, velocidad y pegada. Flick quiere que el tridente sea la base sobre la que se construya la temporada, sin descuidar alternativas como Ferran Torres o Rashford, que también tendrán protagonismo.
La ilusión del vestuario
En el vestuario azulgrana hay plena confianza en que la vuelta de este tridente cambie la dinámica del equipo. Saben que son tres futbolistas complementarios y que, cuando están en sintonía, pocos equipos en Europa pueden frenar su impacto ofensivo.
El plan está trazado: Lamine, Lewandowski y Raphinha apuntan a ser la clave para que el Barça dé el salto definitivo en la Champions y vuelva a soñar con la gloria europea.