Como resulta lógico, en el Barça quieren proteger a todos sus jugadores. Y si hay alguien que genera preocupación, es Lamine Yamal, debido a que todavía es muy influenciable, por culpa de su edad, 18 años, y por la enorme presión mediática que tiene desde que solamente era un adolescente. Aunque hasta el momento la ha sabido gestionar a la perfección, durante los últimos meses ha tenido un comportamiento que no ha gustado mucho.
Joan Laporta y Deco saben perfectamente que tienen en la plantilla a un crack destinado a marcar una época, y a convertirse en una leyenda de la entidad. Ya es una de las principales estrellas del equipo, e incluso, se puede decir que es la referencia ofensiva, y para mucha gente, ya es el mejor futbolista del planeta en la actualidad, y se merece conquistar el Balón de Oro. Y próximamente, debe de asumir más responsabilidades, y convertirse en uno de los capitanes.
En el Camp Nou quieren ir con calma con el hispano-marroquí, pues no quieren que sea un nuevo caso de promesa frustrada, como sucedió en el pasado con Bojan Krkic o con Anssumane Fati. Pero una muestra de la enorme confianza que ya existe en su talento y en su progresión es el hecho de que le hayan dado el dorsal ‘10’, el más mítico en la historia del combinado catalán, y que en el pasado fue propiedad de Leo Messi, de Diego Armando Maradona, de Michael Laudrup, de Romario o de Ronaldinho Gaúcho.
Una responsabilidad que por ahora no le está quedando grande a Lamine, quien sigue jugando con el mismo atrevimiento y la misma valentía que siempre. Ha comenzado el año a un gran nivel, tal y como acabó el anterior curso, y esperan que sea capaz de mantener esta regularidad, y mejore su aportación anotadora. Pero en el Barça no pueden ocultar que no les gusta nada el hecho de que Yamal aparezca en todas las portadas, y no solo por sus actuaciones en el terreno de juego.
Y es que, desde hace un tiempo, se está hablando más de sus polémicas celebraciones, sus fiestas, sus viajes y sus romances amorosos, que por sus actuaciones.
Flick pide a Lamine que se concentre únicamente en sus compromisos con el Barça
Flick intenta evadirse de lo que dice la prensa, pero es inevitable que le lleguen informaciones e imágenes de Lamine. Y esto le ha obligado a tener que reunirse con su pupilo, y hablar personalmente con él.
Le ha pedido que sea más discreto, y que intente desviar la atención de las cámaras, al menos, cuando no esté en el césped.