El Lamine Yamal más íntimo ha aparecido en una entrevista concedida al mítico periodista deportivo José Ramón de la Morena en el pódcast 'Resonancia de Corazón'. El joven futbolista del Barça se ha abierto en una conversación en que ha hablado de todo: sus orígenes en el barrio de Rocafonda, su evolución en la Masia, la relación con su familia y su futuro en el club de su vida, entre muchas otras cosas. El crack catalán ha dejado muchos titulares interesantes en una entrevista que sirve para conocer su lado más humano. Un Lamine como nunca se lo ha visto.

La infancia de Lamine Yamal...

"Mi madre no podía estar mucho conmigo por el trabajo, pero siempre se me hacía la cena cuando venía por la noche. Me acuerdo de que me compró la PlayStation 4 que para mí en aquel momento lo era todo. Tuve de segunda mano la Play 2 y la Play 3 y la 4 ya fue la buena. Ahora juego mucho a la Play5. Tengo un amigo de la Masia que se llama Brian y siempre estams jugando y lo pasamos muy bien. Yo puedo tener la mansión mayor del mundo que estaré siempre en la sala de la Play", ha confesado un Lamine Yamal que sigue teniendo una relación muy especial con su madre.

"Yo venía de estar en un piso donde la cocina y la habitación estaban en el mismo sitio. Veo a mi madre feliz, veo que mi hermano puede tener la infancia que yo habría deseado, y eso es lo que más me hace feliz. Veo a mi padre y mi abuela relajados en su casa. Es todo lo que un niño podría desear", narra el futbolista del Barça, que explica también que el cambio de la escuela de Mataró a la Masia no fue nada fácil: "Yo venía de una escuela donde me encontraba al de mi barrio, al de la panadería, al de la carnicería... y descubrí cosas que no conocía. Ahora lo haría diferente, pero si no lo hubiera vivido entonces, quizás me equivocaría ahora. He tenido que vivir mucho para saber qué me gusta y qué quiero. No me arrepiento de nada".

... y una promesa cumplida a su madre

Uno de los momentos álgidos de la entrevista es cuando relata la promesa que le hizo a su madre: "Un día llamé a mi madre y le dije: Mamá, iré a la escuela, pero no haré nada. Me prepararé para el entrenamiento de esta tarde. Y me contestó: ¿Qué te has tomado? Y le dije: Si me centro, seré futbolista. Me abroncaba cada día, pero llegó un punto en que lo entendió. No recomiendo a nadie que haga eso, pero era mi sueño y lo conseguí".

Uno de los momentos más especiales que ha vivido Lamine ha sido el del día de su debut, que recuerda como si fuera ayer: "Íbamos 3-0 y el Betis vio una roja, y dije: hoy es mi día. Después del debut fui a cenar a un restaurante cerca del Camp Nou con mis padres y mi gente, y después me fui a dormir a la Masia, pero no podía dormir". Ahora el extremo de Rocafonda ya se ha convertido en toda una estrella, pero tiene las cosas muy claras sobre su futuro. "Les dije a mis amigos: no sueño con tener un Balón de Oro, sueño con tener muchos. Soy un jugador que tiene la capacidad para hacerlo. Si no lo hago es porque no he hecho las cosas bien o porque no lo he querido. Entonces, sueño con tener muchos", ha confesado el crack culé.

El apuñalamiento a su padre

En cambio, uno de los episodios más oscuros que ha vivido hasta ahora fue el día que apuñalaron a su padre. "El primero que hice fue bajar del coche e intentar ir la estación de tren para ir a Mataró. Imagínate que eres un niño y te dicen que han apuñalado a tu padre. Intenté subir al tren, pero mi primo no me dejó. Le dije que me llevara a Mataró o no le volvería a hablar nunca, pero no me dejaron. Me encerraron en casa y yo intentaba salir. Fue un momento duro y al día siguiente tenía entrenamiento. Entonces llamó mi padre y me dijo que estaba bien y que estuviera tranquilo. Lo fui a ver en el hospital el día siguiente y ya todo se tranquilizó", recuerda el 10 blaugrana.