Vuelve el Dakar y los motores se empiezan a calentar. El próximo 6 de enero arranca el rally más duro del mundo en Lima y se acabará en la misma capital de Perú el día 17. Diez jornadas de competición y una de descanso para volver a poner al límite los cuerpos de los deportistas, y para Laia Sanz, un nuevo reto personal y para seguir haciendo historia.
Con la presencia de Isidre Esteve entre el público, la piloto de KTM ha explicado que llega a la prueba sudamericana menos preparada de lo habitual debido a una doble infección vírica y bacteriana que lo ha dejado tres meses de baja.
Desde entonces, un proceso de recuperación contrarreloj para que la mejor piloto de la historia del Dakar, novena en el 2015, pueda volver a hacer historia.
Recuperada y con ganas de Dakar
El Dakar es una prueba mítica y un sueño para muchos. Laia Sanz, que afronta su novena participación, ha confesado que "este año no puedo ser tan ambiciosa y tengo que ser más realista". Bajo estado de forma y malas condiciones físicas, sin embargo "seguro que la motivación ayudará mucho".
Por encima del estado físico, explica que la clave es la parte mental porque "tengo muchas ganas de entrenar e ir en moto". Sobre su recuperación y preparación ha confirmado que "ha sido a contrarreloj porque el Dakar se acercaba". Pero en ningún caso ha negado que "han sido meses muy malos, y gracias a Dios han sido días muchos buenos y me he vuelto a sentir deportista". Una de las peores cosas que le han pasado en la previa del Dakar es que las infecciones han llegado en el tramo final de año, pero poco a poco se ha ido "animando".
A todo esto, sobre el Dakar ha explicado que le tocará remar de lo lindo para contraponer las condiciones físicas con las cuales llega, y espera que la navegación esté muy presente y así ella pueda compensarlo con el bajo estado de forma.
Ahora bien, Laia Sanz confía en sus posibilidades y confiesa que "cuando me ponga el casco querré dar gas", y esto es lo mejor de todo. Sin querer mojarse con los posibles preferidos, Sanz ya hace la cuenta atrás para que arranque el Dakar 2019.