Jürgen Klopp, el entrenador del Liverpool, ha afirmado que "todo es posible, especialmente en Anfield". De esta manera no manda balones fuera antes de recibir al Barça en el partido de vuelta de las semifinales de la Champions League.
Pero aunque deja la puerta abierta a la remontada, tal como pasó en Roma la temporada pasada cuando el Barça se vio sorprendido, ha admitido la dificultad que supone. Por este motivo dice que "tienes que estar perfecto para derrotar al Barça". Y Klopp ha apelado a una noche mágica en la cual tendrá que superar las bajas de Roberto Firmino y del egipcio Mohamed Salah.
"Hemos tenido resultados decentes esta temporada en la que hemos marcado más de tres goles, y jugar en casa nos ayuda. Todavía está la creencia que podemos hacerlo, pero sabemos que será difícil", ha asegurado. Además, el técnico alemán ha considerado que la ausencia de Salah y de Firmino ofrece oportunidades a otros jugadores "que pueden convertirse en héroes". "Si remontamos, el nombre de los que marquen será recordado para siempre", ha explicado.
EFE
Se tiene que vigilar a Messi
Klopp, al margen del mensaje de esperanza a la remontada, ha afirmado que su equipo se enfrenta a una situación límite, en la cual, de salida, únicamente tienen que buscar la victoria: "La situación no es la que queríamos tener, pero intentaremos ganar. ¿Cómo lo enfocamos? Trataremos de ganar el partido. Si en un momento dado tenemos la oportunidad de pasar a la siguiente ronda, intentaremos hacerlo. Ha sido una temporada larga y hay una pequeña posibilidad de hacerla más larga. Nos quedan dos partidos en casa, en una temporada increíble, y tendríamos que celebrarlo con una buena actuación en el campo y un buen ambiente en las gradas".
"El resultado de Barcelona no nos ayuda mucho, honestamente. Es fútbol y hay esperanza", ha destacado. Y también la derrota en Barcelona fue por culpa de Leo Messi: "Probablemente es el mejor del mundo. Lo tuvimos controlado durante 88 minutos y aun así hizo alguna cosa especial. Demuestra que tienes que estar concentrado contra él durante 90 minutos".