La llegada de Julián Álvarez al Atlético de Madrid fue recibida con gran ilusión por parte de la afición colchonera. El delantero argentino aterrizó en el Metropolitano el pasado verano como fichaje estrella, con la expectativa de convertirse en el referente ofensivo del equipo de Diego Pablo Simeone. Sin embargo, el sueño podría estar resquebrajándose apenas un año después.
En su primera temporada como rojiblanco, la ‘Araña’ firmó grandes números en lo individual, mostrando su olfato goleador y su capacidad de sacrificio, pero el balance colectivo fue decepcionante. Por primera vez en su carrera, el atacante no peleó hasta el final por los grandes títulos, una situación que no pasó inadvertida para él. Julián llegó con la ambición de dar un salto en su trayectoria europea, pero se encontró con un equipo que, si bien competitivo, no le ofreció las condiciones necesarias para brillar al máximo nivel.

Un sistema que lo limita
El mayor obstáculo para Julián está siendo el sistema del Cholo Simeone. El Atlético, fiel a su estilo, prioriza la solidez defensiva y el trabajo colectivo antes que la creatividad en campo rival. Esto ha provocado que Álvarez reciba muy pocos balones en condiciones para desplegar todo su repertorio ofensivo. A diferencia de lo que ocurre con la selección argentina o lo que ocurría en el Manchester City, donde estaba rodeado de generadores de juego, en el Atlético se siente atado de pies y manos.
El argentino es consciente de que necesita un contexto favorable para seguir creciendo, sobre todo con la mirada puesta en el Mundial de 2026, que se celebrará en Estados Unidos, Canadá y México. Con Lionel Messi ya en el ocaso de su carrera internacional, Julián está llamado a ser una de las piezas clave de la Albiceleste. Por eso, no descarta tomar una decisión drástica si esta segunda temporada vuelve a dejarle sin títulos ni brillo colectivo.
El Barça, muy atento
La situación no ha pasado desapercibida en el FC Barcelona. Joan Laporta y Deco lo tienen marcado en rojo como objetivo prioritario para el verano de 2026, coincidiendo con el final del contrato de Robert Lewandowski. Hansi Flick, además, ya ha dado el visto bueno a su llegada, convencido de que Álvarez encajaría a la perfección en un ataque formado por Lamine Yamal y Raphinha.

Por ahora, el argentino se mantiene comprometido con el Atlético, pero las dudas crecen. Si los rojiblancos no logran dar un paso adelante y competir de verdad por Liga y Champions, Julián podría forzar su salida incluso antes del Mundial, buscando un club que le garantice no solo títulos, sino también un entorno donde pueda exprimir al máximo su talento.
El Barça lo espera con los brazos abiertos, consciente de que fichar a Julián Álvarez significaría asegurarse al ‘9’ de la próxima década. La pelota está en el tejado del Atlético… y en las manos de la Araña.