Cuando parecía que las cosas comenzaban a ponerse en su lugar y la vida de Ansu Fati recuperaba el color y la alegría, en el Mónaco tomaron una decisión que lo cambió todo de forma radical. Y es que, en cuestión de días, todo lo que parecía estar bien y se comenzaba a arreglar, pasó a volver a coger ese color gris para dar paso, de nuevo, a esa terrible sensación de tristeza que Ansu venía mostrando durante las últimas temporada. Y todo por la llegada del nuevo entrenador del conjunto monegasco, Sébastien Pocognoli, al que no le encaja el perfil de Ansu.

En este sentido, mientras que con Adi Hütter, Ansu era un jugador ideal porque podía jugar tanto en banda como en la posición de delantero centro, con Pocognoli, que en banda solamente ubica carrileros y en punta busca dos delanteros diferentes, Fati ha caído en la desgracia y ha dejado de sonreír para volver, ya no solo al banquillo, donde podría ser un suplente de lujo, sino para irse a la grada, como pasó en el último partido de Champions de los del principado de Mónaco.

Laporta tenía mucha fe en la recuperación de Ansu

A pesar de que Laporta siempre ha sido uno de los grandes valedores de Ansu, todo el barcelonismo está del mismo lado en esta historia. Todos sueñan con que el canterano recupere la sonrisa y pueda volver a desplegar el juego que mostró en sus primeros pasos en el FC Barcelona. El español comenzó marcando cinco goles en seis partidos. Sin embargo, desde la llegada de Pocognoli, todo se rompió y ni ha visto portería ni ha tenido los minutos que desearía.

Ansu Fati Monaco Foto AS Monaco
Ansu Fati Monaco Foto AS Monaco

En can Barça estaban convencidos de que con la continuidad de Adi Hütter, Ansu se iba a hinchar a meter goles e iba a volver a ser uno de los grandes delanteros del fútbol europeo. Un plan que con el cambio de entrenador en el Mónaco ha cambiado, ahora es cuestión de sobrevivir y convencer a Pocognoli de que sigue siendo capaz de jugar en un esquema diferente y en el que, a priori, no acaba de encajar del todo.

Ansu, lo veía todo encarrilado

Así pues, a pesar de que hasta el propio Ansu ya veía que las cosas comenzaban a ir bien y que podía comenzar a sonreír, la vida le ha dado un nuevo golpe que deberá salvar, por enésima vez. Y es que con el nuevo entrenador, le va a tocar trabajar muy duro para tener minutos y no solo convencer a los del Mónaco, sino también en el Barça, donde soñaban con verlo de nuevo en su mejor estado de forma.